Una mujer pierde el trabajo tras comunicar a su jefe que está embarazada: “Me dijo ‘qué pena, eras buena. Podías haber esperado”

Dos meses después de dar a luz, esta mujer de 36 años se quedó sin trabajo

Guardar
(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Roberta, una trabajadora del sector de la gran distribución en Italia, asegura que perdió su empleo tras informar a su empresa de que estaba embarazada. Su historia, contada al medio italiano Fanpage.it, pone en evidencia las dificultades que muchas mujeres enfrentan en el ámbito laboral al quedar embarazadas.

En 2021, con 32 años, Roberta descubrió que estaba esperando gemelos. Lo que debería haber sido un motivo de alegría, pronto se convirtió en un motivo de preocupación laboral. “Cuando le comuniqué la noticia a mi jefe, su reacción fue decepcionante. Me dijo: ‘Qué lástima, estabas bien… podías haber esperado un poco más’”, relata.

Roberta trabajaba en un supermercado en las afueras de Milán, en un puesto administrativo de atención al cliente. Había conseguido el empleo en octubre de 2020, tras perder su trabajo anterior en el sector turístico debido a la pandemia. Su contrato, de un año de duración, estaba previsto como un paso previo a un posible puesto fijo.

En abril de 2021, siete meses después de su contratación, Roberta recibió la noticia de su embarazo mientras estaba hospitalizada por un problema de salud. Al tratarse de un embarazo de riesgo, el ginecólogo y la empresa le prohibieron regresar al trabajo. Tampoco pudo optar por el teletrabajo, ya que su contrato no era indefinido. “El ginecólogo y la empresa me prohibieron volver a trabajar, aunque estaba bien, y ni siquiera podía trabajar desde casa porque no estaba empleada de forma fija”, relató al medio.

Le prohibieron volver y le despidieron dos meses después de dar a luz

Cuando el contrato llegó a su fin en octubre de ese mismo año, la empresa le comunicó que no podrían renovarlo debido a una supuesta reducción de trabajo. “Esto ocurrió solo dos meses después de dar a luz”, comentó. Sin embargo, Roberta sostiene que la decisión estuvo directamente relacionada con su embarazo. “Era una empresa grande, con constante movimiento de personal. Antes de eso, solo recibía elogios por mi desempeño. Estoy convencida de que, si no hubiera estado embarazada, me habrían renovado sin dudarlo”.

Ana Isabel, de 49 años, es una de las víctimas más jóvenes de la talidomida. Supuestamente, en España, este medicamento dejo de comercializarse en 1965, nueve años antes de que naciera Ana Isabel

Cuando acudió a la empresa para recoger sus pertenencias, su gerente le reafirmó esta sospecha. “Me dijo: ‘Qué pena, lo hacías bien… podrías haber esperado un poco más’”, recuerda.

Cinco meses después del nacimiento de sus hijos, Roberta logró encontrar otro empleo con un contrato estable en una empresa de la misma zona. Sin embargo, su experiencia refleja una problemática estructural. “Traté de pedir que lo comunicaran a mi anterior empresa, pero me dijeron que era una pérdida de tiempo, y en todo caso me habría puesto en una mala imagen. Pero no es justo. El gobierno habla de emergencia por baja natalidad y pide tener más hijos... Luego, en la práctica, es casi imposible”.

A pesar de lo ocurrido, Roberta sigue defendiendo su derecho a trabajar y a ser madre. “A mí me gusta trabajar, lo necesito y soy feliz de estar con los compañeros, de trabajar duro, de ganar dinero. ¿Por qué debería renunciar a esta parte de mi vida?”, finaliza.

Guardar