El Tribunal Supremo ha emitido una sentencia histórica al declarar nulo el despido de un trabajador que desempeñaba las funciones de conductor en una empresa de ambulancias en Extremadura. El empleado fue cesado tras negarse a realizar horas extraordinarias sin recibir compensación económica, lo que llevo al Alto Tribunal a considerar que la empresa actuó con el objetivo de deshacerse de un trabajador que calificó como “molesto y reivindicativo” debido a sus constantes reclamaciones laborales.
En su fallo, el Supremo ordenó la readmisión inmediata del trabajador en su puesto, el pago de los salarios que dejó de percibir desde su despido y una indemnización de 6.000 euros. Este caso, además, se enmarca en un contexto de quejas previas del empleado, quien había denunciado tanto a la empresa como ante la Inspección de Trabajo por irregularidades relacionadas con su jornada laboral. Estas acciones fueron utilizadas como pruebas clave en su defensa.
Vulneración del derecho a la garantía de indemnización
El Tribunal Supremo concluyó que el despido vulneró el derecho del trabajador a la garantía de percibir una indemnización, un principio recogido en la Ley Orgánica 5/2024, de 11 de noviembre, sobre el Derecho a la Defensa. Este derecho, según el artículo 12 de la normativa, protege a los empleados frente a represalias o consecuencias negativas derivadas del ejercicio de sus derechos laborales. En este caso, tal y como ha destacado el Diario AS, la negativa del conductor a realizar horas extra no remuneradas y sus denuncias fueron consideradas actos legítimos de defensa de sus derechos.
Esta es la primera vez que el Supremo aplica esta normativa en una sentencia, marcando un precedente importante en la protección de los derechos laborales en España. La decisión del Alto Tribunal también ha sido respaldada por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que ratificó la nulidad del despido y las medidas compensatorias ordenadas.
Cambios en la doctrina sobre despidos disciplinarios
En un contexto más amplio, el Tribunal Supremo también ha introducido modificaciones significativas en su doctrina sobre los despidos disciplinarios. El Alto Tribunal estableció que, antes de proceder a la extinción de un contrato por esta causa, el empleador debe ofrecer al trabajador la oportunidad de defenderse de las acusaciones formuladas en su contra. Este cambio supone una revisión de la doctrina que había estado vigente desde la década de 1980.
El Supremo justificó esta modificación señalando los cambios que ha experimentado el ordenamiento jurídico español en las últimas décadas. A partir de ahora, esta nueva interpretación se aplicará a los casos de despidos disciplinarios que se produzcan en el futuro, reforzando así las garantías procesales de los trabajadores.
Impacto de la sentencia y su relevancia para los derechos laborales
La decisión del Tribunal Supremo no solo representa una victoria para el conductor despedido, sino que también envía un mensaje contundente sobre la importancia de respetar los derechos laborales en España. El fallo subraya que las empresas no pueden tomar represalias contra los empleados que ejercen su derecho a reclamar condiciones laborales justas o que denuncian irregularidades ante las autoridades competentes.