¿Los toros son daltónicos?: Este es el curioso motivo por el que no distinguen el color rojo

Aunque son capaces de diferenciar tonalidades, su visión es distinta a la de los seres humanos y tienen dificultades para enfocar objetos lejanos o captar detalles precisos

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Los toros tienen unas características que los hacen únicos y especiales: pelo corto, cuerpo robusto y dos prominentes cuernos que sobresalen de su cabeza. Aunque son muchos los datos que se conocen de estos animales, aún hay cuestiones que han pasado desapercibidas para una amplia mayoría de personas. Y si hay una curiosidad que resulta especialmente llamativa es el motivo que explica por qué no son capaces de distinguir el color rojo. Esto puede llevar a preguntarse si son daltónicos.

Hay quienes afirman que los toros odian el rojo, sobre todo, por la creencia tradicional de que la muleta que utilizan los toreros es de ese color para atraerlos, enfadarlos o provocarlos. Pero lo cierto es que esta idea es falsa, ya que si tuviese cualquier otro tono, es probable que provocase el mismo efecto en el animal, puesto que en realidad es el movimiento el que hace que reaccionen y se lancen contra la muleta.

Y es que, junto con la vaca, esta es una de las especies que más interés suscitan y más populares para la cría en las granjas, ya que se trata de un animal herbívoro que puede llegar a pesar más de una tonelada y medir hasta medio metro de largo. A su vez, hace siglos que el toro se utiliza como atracción en las corridas, algo que genera un gran debate popular. En estos actos, se recurre a un capote rojo para marearlo, hasta que se le mata con una estocada.

¿Qué les pasa a los toros con el color rojo?

Los toros destacan por su
Los toros destacan por su cuerpo robusto y dos prominentes cuernos. (AdobeStock)

El toro de lidia es el protagonista de los espectáculos taurinos, donde el torero, con un capote de unos 110 centímetros de largo, dirige sus movimientos en la arena. A diferencia de la creencia popular, el color rojo de la tela no influye en la reacción del animal, ya que los toros no distinguen los colores de la misma forma que los humanos.

La embestida se debe al movimiento del capote, que capta su atención en un entorno ruidoso y desconocido. Además, la agresividad del toro no es casual, sino el resultado de una estricta selección genética en la que se priorizan los ejemplares con mayor bravura para la reproducción, asegurando así la continuidad de esta característica en la especie.

Pueden percibir colores, pero no como los humanos

Es el movimiento el que
Es el movimiento el que hace que los toros reaccionen y se lancen contra la muleta. (EFE/Ernesto Guzmán)

Los toros pueden percibir distintos colores, aunque su visión difiere de la humana. Si bien son capaces de observar el entorno con nitidez, calcular distancias y distinguir relieves, tienen una visión miope que les dificulta enfocar objetos lejanos o captar detalles precisos.

A diferencia de los humanos, que poseen tres tipos de conos en la retina, los toros solo cuentan con dos, lo que limita su percepción cromática. Pueden distinguir colores de onda larga y media, como el rojo, naranja, amarillo y amarillo verdoso, pero no perciben con claridad tonos de onda corta, como el azul, el gris y ciertos matices de verde.

Además, los toros cuentan con una estructura ocular conocida como tapetum lucidum, un tejido en la parte posterior del ojo que mejora su visión en condiciones de poca luz. Este mecanismo aumenta la sensibilidad de los fotorreceptores y explica por qué los ojos del toro reflejan la luz en la oscuridad.

En relación con el comportamiento del toro de lidia, el fotógrafo Christopher Thomas adquirió un ejemplar para demostrar que estos animales no son agresivos por naturaleza. Su toro, Fadjen, ha desmentido algunos mitos sobre la raza, aunque su origen exacto sigue siendo objeto de debate.

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