Los controles de alcoholemia son pruebas realizadas por las autoridades para medir la presencia de alcohol en sangre y garantizar la seguridad vial. Los controles se establecen en todo tipo de carreteras, así como en los cascos urbanos, y a cualquier hora del día. Según la DGT, el consumo de este tipo de sustancias sigue siendo, “año tras año”, uno de los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico, tanto en los mortales como en los siniestros con víctimas. Por eso, el departamento dependiente de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska subraya que la única tasa realmente segura es 0,0 g/l.
¿Y cómo se mide esto? Un control de este tipo se lleva a cabo mediante dispositivos homologados que analizan el aire espirado. Generalmente, la prueba consiste en soplar en un etilómetro (más sofisticado que un alcoholímetro), que mide la concentración de alcohol en aire expirado (mg/l).
¿Cuál es la tasa de alcoholemia permitida en España?
La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) establece los siguientes límites:
- Conductores en general: 0,5 gramos por litro en sangre (0,25 mg/l en aire espirado).
- Conductores noveles (menos de dos años de carnet) y profesionales: 0,3 g/l en sangre (0,15 mg/l en aire espirado).
No obstante, la nueva normativa que entrará en vigor a lo largo de 2025 rebaja estos límites a 0,2 gramos de alcohol por cada litro de sangre. En todo caso, superar estos niveles supone una infracción administrativa o un delito penal, dependiendo de la cantidad de alcohol detectada.
Las fuerzas de seguridad, como la Guardia Civil de Tráfico o la Policía Local, pueden realizar estos controles de manera aleatoria o tras observar una conducción irregular. Si el resultado indica presencia de alcohol, el conductor puede ser sometido a una segunda prueba para confirmar la medición.
Todo tipo de métodos (ineficaces)
Algunos conductores recurren a todo tipo de maniobras para intentar burlar al dispositivo de medición (comer chicles, caramelos, masticar café, beber aceite e incluso hacer flexiones), pero ninguna de estas actividades ha demostrado ser eficaz para reducir la tasa de alcoholemia. No obstante, existe cierto producto que puede alterar levemente el test, aunque les adelantamos que no hará que se libren de un control.
“En prueba de alcoholemia, lo único que altera el resultado, que nosotros sepamos, son los enjuagues bucales”, afirma un agente en una publicación en TikTok, pero añade que lo altera durante cinco o seis minutos. Matiza que este truco no impide que esa persona continúe, porque las pruebas de detección alcohólica son más extensas: “Son dos pruebas y hay que dejar un mínimo de diez minutos entre ellas. Eso se desvanece y desaparece enseguida”.
Según afirma Asistencia Legal Inmediata, someterse a este tipo de controles es obligatorio. De no hacerlo, el conductor estaría cometiendo un delito, que se castiga con prisión de 6 meses a un año “y la privación del del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores".