Durante el pasado año, las cámaras que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene instaladas en las vías interurbanas de nuestro país, captaron a más de 1.100 conductores que sobrepasaron por 80 km/h el límite legal establecido -según una reciente nota de prensa del organismo vial-, el cual es de 120 km/h. Estos conductores no superan, de forma moderada, el límite máximo de velocidad, sino que lo hacen con creces, poniendo en peligro sus propias vidas y las del resto de usuarios de las carreteras.
Aunque conduzcan a una velocidad muy elevada, en muchas ocasiones, no pueden escapar de las autoridades, gracias a la labor que desempeña el helicóptero de Tráfico, más conocido como Pegasus, que cuenta con un potente radar móvil aéreo.
118 km/h por encima de la velocidad permitida
Para evidenciar los datos de su informe, la DGT adjuntó una serie de vídeos, en los que conductores se convertían en infractores viales, al circular a una velocidad muy superior de los 120 km/h autorizados. Todos los elementos visuales aportados fueron grabaciones captadas por el helicóptero Pegasus, capaz de seguir a gran velocidad a estos conductores, sin ser detectado, y avisar a las unidades de tráfico de la Guardia Civil para la posterior detención del vehículo.
El primer ejemplo es, precisamente, en el que hay más diferencia entre la velocidad captada y la legal: 118 km/h. El SUV, de aparente alta gama, se hallaba circulando a una velocidad de 238 km/h en la A-7, “realizando adelantamientos antirreglamentarios y haciendo caso omiso de la señalización de la vía”, según explica la DGT en el comunicado.
El acontecimiento fue registrado por el operador de cámara del helicóptero de la Unidad de Tráfico de la Guardia Civil, quien informaba en tiempo real a la Central Operativa de Tráfico (COTA) para coordinar la actuación con una patrulla terrestre. Este equipo desplazado, correspondiente al Destacamento de Valencia A, se encargó de interceptar al conductor y proceder a su identificación sobre la carretera. El detenido fue retirado de la circulación sin incidentes, tal como lo evidencian las grabaciones realizadas.
Paralelamente, al implicado se le denunció por un presunto delito de conducción temeraria, cuya pena puede alcanzar hasta dos años de prisión y la privación del derecho a conducir por un periodo máximo de seis años, conforme a la normativa vigente.
Pegasus, el helicóptero casi indetectable
Los helicópteros de la DGT alzaron su vuelo sobre las carreteras españolas en 2013. Desde entonces, han sido los artífices de sancionar a cientos de miles de infractores que se creían muy escurridizos.
Pero, esa es la función de estos aparatos aéreos: ser indetectables, especialmente si el conductor viaja solo. Son capaces de registrar infracciones volando a 300 metros de altura y a un kilómetro de distancia del vehículo seguido.
Cada tres segundos, el sistema de Pegasus recalcula las posiciones del vehículo y el helicóptero, considerando la velocidad de ambos. Esta tecnología avanzada permite determinar con precisión si el automóvil monitoreado supera los límites legales establecidos. El funcionamiento del sistema se basa en la capacidad de geolocalizar el helicóptero desde el cual opera Pegasus y medir la distancia que lo separa del vehículo en cuestión. Estas mediciones se realizan de manera constante y permiten registrar la velocidad exacta del coche en tiempo real.