Cuando uno acude al supermercado a comprar algo de comer, lo hace asumiendo que no tiene nada de lo que preocuparse. Más allá de pesticidas sobre los productos vegetales, microplásticos en los alimentos, las abundantes sustancias químicas que se traspasan de los envoltorios, y la alta cantidad de ingredientes industriales en los ultraprocesados, claro.
Según lo establecido en el Reglamento 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo de 28 de enero de 2002, los comercios de alimentación tienen la obligación de asegurar que los productos que venden son seguros para su consumo. Y aunque no existiese dicha normativa, operan bajo esa presunción, al final, porque nadie compraría en un supermercado si supiese que cabe la posibilidad de que lo que vayan a comprar esté contaminado por un motivo u otro.
Un almacén infestado que abastece 78 supermercados
Aldi Beaune es un gran almacén que abastece a 78 supermercados Aldi. Se encuentra en Beaune, una población y comuna francesa de la región de Borgoña-Franco Condado. Recientemente, según ha informado el medio francés 20 minutes, el sindicato de la Confederación General de Trabajo (CGT) de este almacén ha denunciado las pésimas condiciones sanitarias en las que se encontraba este centro de logístico de la cadena.
Aparentemente, el sindicato afirma haber observado, aportando además fotografías que respaldan sus alegatos, “nidos con ratones jóvenes por todas partes, excrementos por todo el almacén y ratones muertos entre los palés de comida”. Una enorme plaga de ratones en un almacén responsable de distribuir productos de alimentación (entre otros) a decenas de comercios. Los representantes del sindicato afirman, además, que “los ratones se suben a los empleados, anidan en los puestos de comida y hacen allí sus necesidades”. Y no es todo, además, porque el sindicato también asegura que “los embutidos mordisqueados cubiertos de orina solo se retiran de las cajas a nivel de unidad, mientras que el resto va al almacén”.
Debido a esto, y según ha informado Le Télégramme, la CGT vio necesario alertar a la Dirección Departamental de Protección de las Poblaciones (DDOO) sobre estas condiciones de higiene, los cuales respondieron afirmando que Aldi “debe hacer que la limpieza y el control de roedores se realice de forma profesional con productos homologados”.
Según aporta el medio francés MidiLibre, representantes de la cadena de supermercados han asegurado que “tras detectar rastros de plagas en nuestro almacén, algo que deploramos profundamente, reforzamos inmediatamente nuestro plan de acción de prevención existente”, lo que ha supuesto que se realice “una limpieza muy selectiva dentro del almacén, que va acompañada de medidas de emergencia adicionales con el fin de garantizar la seguridad sanitaria y el cumplimiento de nuestras instalaciones”.
Sin embargo, el sindicato de la CGT ha afirmado que “la dirección ordenó a los empleados limpiar las zonas infestadas” el pasado 31 de enero de 2025, cuando lo que debería haberse hecho es contratar a profesionales que llevasen a cabo el control de plagas, y además los empleados tuvieron que hacerlo “sin ninguna protección y utilizando escobas, pese a que la Agencia Regional de Salud lo prohíbe”. “Se extendió una nube de polvo y olor a excrementos, por lo que 45 trabajadores ejercieron su derecho a retirarse” al verse sometidos a esta obligación y en esas condiciones.