Eva Longoria ha encontrado en Marbella su oasis perfecto. La actriz y empresaria texana, conocida por su papel en la icónica serie Mujeres desesperadas, ha adoptado un estilo de vida que combina el sosiego del sur de España con sus compromisos profesionales en Estados Unidos y otros países. A sus 49 años, Longoria ha revelado que la tranquilidad y la calidad de vida que ofrece España son incomparables. “En Estados Unidos todo es trabajar, España es para vivir”, ha admitido en su última entrevista a El Mundo.
Longoria, casada con el empresario mexicano José “Pepe” Bastón y madre de un niño llamado Santiago, ha hecho de Marbella su refugio ideal. La familia disfruta de largas temporadas en la Costa del Sol, donde han adquirieron en 2023 una lujosa propiedad que fue remodelada para adaptarse a todas sus necesidades. Según reveló Vanitatis, comparte jardín con otras viviendas colindantes, aunque la privacidad en la zona está garantizada. Pese a que no ha trascendido el precio del que será el nuevo hogar marbellí de la actriz, sí se puede comprobar que todas las viviendas similares de la zona tienen un valor superior al millón de euros.
La vivienda fue diseñada por el arquitecto boliviano Melvin Villarroel, quien se afincó en la localidad en los años 70 y fue una de las figuras clave de su desarrollo turístico. No en vano, fue el artífice de proyectos como el Hotel Puente Romano, La Alcazaba o la remodelación del Marbella Club.
El encanto de Marbella no es nuevo para Longoria. Hace más de dos décadas, gracias a su amiga Melanie Griffith, descubrió esta localidad malagueña durante la Gala Starlite 2011, organizada por su entonces marido, Antonio Banderas. Desde ese momento, quedó enamorada del lugar y empezó a contemplar la posibilidad de tener una residencia allí. Finalmente, ese sueño se hizo realidad.
No obstante, la conexión de Eva Longoria con España va más allá de Marbella. La actriz también tiene raíces asturianas. Una investigación de la Universidad de Harvard reveló que su noveno bisabuelo, Lorenzo Suárez de Longoria, nació en Oviedo en 1592 y emigró a México en el siglo XVII. De hecho, ella misma resumió estos resultados afirmando que es “75% española y 25% maya”.
Este hallazgo la llevó a visitar el pequeño pueblo de Longoria, en el concejo de Belmonte de Miranda, donde fue recibida con entusiasmo por los habitantes locales. Este vínculo histórico ha reforzado su conexión con España, hasta el punto de considerar la adquisición de una propiedad en la zona. “Mi familia es asturiana. Por eso llevo 20 años viviendo a España. Aquí me siento como en casa. De hecho, yo quería comprar la Casa de Longoria, que es un edificio muy conocido. Pero está en ruinas. Yo le decía a mi marido ‘Pepe, la quiero’ y él me decía ‘esa no es una casa, son solo piedras’. Pero quizá se pueda arreglar...”, confesó en La Resistencia.
Su apego a España también se refleja en su compromiso filantrópico. Cada año, Longoria amadrina la gala benéfica Global Gift en Marbella, un evento que recauda fondos para Casa Ángeles, un centro de día para niños con enfermedades raras. La actriz visita regularmente este centro y dedica tiempo a conocer a las familias beneficiadas.
Su crítica a los EE.UU.
La actriz también ha hablado abiertamente sobre las diferencias culturales entre Estados Unidos y España. Mientras que en Los Ángeles llevaba una vida frenética, llena de compromisos laborales, en Marbella disfruta de un ritmo más pausado. “Cuando estoy en Los Ángeles, siempre estoy trabajando y muy ocupada. Asocio España con vacaciones, cuando estoy aquí no tengo horarios. Voy a la playa con mi hijo... Es un modo de vida más lento, pero muy pleno”, afirmaba a la revista ¡Hola!. Esta perspectiva ha influido en su decisión de pasar más tiempo en nuestro país.
Pero, pese a su amor por España, Longoria no olvida que su compromiso político se encuentra en Estados Unidos. Activista destacada en la defensa de los derechos de las mujeres y la comunidad latina, ha sido una figura clave en las últimas campañas del Partido Demócrata. Su activismo se intensificó tras la elección de Donald Trump en 2016, un acontecimiento que describió como devastador y que ahora, tras su reelección, no ha dudado en criticar en una entrevista con Marie Claire: “Lo chocante no es que haya ganado. Es que un criminal convicto que vomita tanto odio pueda ostentar el más alto cargo”.