El príncipe Christian de Dinamarca, primogénito de Federico y Mary, ha dado un importante paso en su preparación como futuro monarca al incorporarse este lunes al Regimiento de Húsares de la Guardia en Slagelse, ubicado a unos 100 kilómetros de Copenhague. A sus 19 años, el joven sigue los pasos de otros herederos europeos, como la princesa Leonor de España, a diferencia de que nuestra heredera al trono asume una formación militar de tres años.
Christian llegó al cuartel sin acompañantes y con un equipaje sencillo, acorde a las recomendaciones del centro, que proporciona el vestuario y calzado necesarios para la rutina militar. Vestido con jeans, zapatillas deportivas y un chaquetón, el príncipe llevaba consigo varios documentos, dispuesto a afrontar su primera jornada en el cuartel. Aunque no posó formalmente ante la prensa, caminó con calma, permitiendo a los fotógrafos capturar el momento, y expresó su entusiasmo con una breve declaración: “Estoy muy emocionado y lo espero con ilusión”.
La casa real danesa confirmó que Christian ha renunciado a su sueldo correspondiente como recluta, decisión que también tomó la princesa Leonor tras su ingreso a las Fuerzas Armadas. Mientras que sus compañeros recibirán cerca de 9,000 coronas danesas al mes, unos 1,200 euros, el príncipe no percibirá compensación alguna; siguiendo una política coherente con su condición de heredero, que aún no recibe asignación oficial hasta que asuma funciones institucionales de forma plena.
Cómo será su vida en el cuartel
Lasse Galsgaard-Olsen, jefe del Estado Mayor, explicó a la revista Billed Bladet cómo serán los primeros días del príncipe y sus compañeros. “Tendrán que pasar una prueba física básica, una prueba muscular y una carrera para aprender sobre la vida de soldado. Conocerán que es estar en un acuartelamiento como este, cómo nos dirigimos los unos a los otros, cómo participar en el grupo, cómo se lee el programa semanal, las diferentes ubicaciones y cómo se llaman los distintos equipos. Necesitan aprender sobre las relaciones, sobre el ejército y la seguridad”, señaló el oficial.
Durante los cuatro meses que permanecerá en el cuartel, Christian compartirá habitación con otros tres compañeros en un espacio sencillo con literas. Las instalaciones cuentan además con zonas comunes para el tiempo libre, incluyendo una cantina, mesas de ping-pong, billar y salas de proyección de películas.
El mayor Galsgaard-Olsen también destacó la relevancia de la formación militar como experiencia enriquecedora: “No conozco a nadie que haya tenido un mal servicio militar. Por supuesto, puedes tener malas experiencias a lo largo del camino de un tipo u otro. Pero cuando regresen a casa serán jóvenes que se llevan algo más en su viaje. Desde una perspectiva de desarrollo personal se trata de salir de tu propia burbuja y entrar en un contexto diferente y en otras comunidades, y, en general, aprender. Te da algo para seguir adelante”.
La decisión de la casa real de mantener su agenda vacía para el lunes había alimentado las especulaciones sobre la posible presencia de los reyes Federico y Mary en este importante día, pero finalmente no acompañaron al príncipe. A pesar de su ausencia, este paso marca un momento crucial en la formación del joven heredero, quien sigue el ejemplo de su padre, también formado en el Regimiento de Húsares.