En una operación llevada a cabo por la Policía Nacional y anunciada este sábado, un hombre ha sido arrestado en la ciudad autónoma de Melilla por su presunta implicación en delitos relacionados con el terrorismo yihadista. Según informó la institución policial en un comunicado, el detenido habría adoptado una postura radical tras consumir y difundir material audiovisual violento proporcionado por el grupo terrorista DAESH (el Estado Islámico). La investigación reveló que el individuo no solo se adoctrinaba a sí mismo, sino que también promovía el adoctrinamiento de terceros a través de redes sociales.
Según el comunicado, el detenido está acusado de “presunta participación en los delitos de enaltecimiento, auto adoctrinamiento y adoctrinamiento a terceros. El arrestado utilizaba las redes sociales para incitar a la yihad y hacer propaganda a favor de la causa palestina”. “La investigación comenzó cuando los agentes detectaron la presencia de una persona radicalizada, afín a las proclamas yihadistas, que se encontraba consumiendo y difundiendo material propagandístico del terrorismo yihadista, así como la exteriorización de una conducta muy violenta”, añaden las autoridades policiales.
La operación se ha desarrollado por agentes de la Comisaría General de Información, con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Melilla, todo ello dirigido por Juzgado Central de Instrucción número uno y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Radicalización y actividad en redes sociales
El detenido, cuya identidad no ha sido revelada, habría experimentado un proceso de “radicalización profunda”, adoptando los “preceptos más extremos del yihadismo”, según ha detallado la Policía Nacional. El individuo utilizaba múltiples cuentas en redes sociales para difundir propaganda yihadista, defender atentados terroristas y compartir contenido audiovisual explícito. Entre los materiales difundidos se encontraban vídeos de ejecuciones llevadas a cabo por miembros de DAESH, que eran utilizados como herramientas de adoctrinamiento y propaganda.
Durante el registro en su domicilio, los agentes confiscaron una “cantidad significativa de material electrónico” y documentos que podrían aportar más pruebas sobre sus actividades. Este material está siendo examinado por expertos en la lucha contra el terrorismo, quienes buscan determinar el alcance de sus conexiones y posibles vínculos con otras personas o grupos extremistas.
“Quieren dar un paso más”
Este tipo de casos afectan especialmente a los jóvenes. Según contó a Infobae España, el pasado diciembre, el director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OITE), Carlos Igualada, la penetración del yihadismo entre los jóvenes es un “desafío enorme”. De hecho, lo enmarca “entre los cuatro o cinco grandes desafíos en materia de seguridad relacionados con violencia, extremismo y terrorismo en España”. “Ya no solo estamos encontrando individuos que están dispuestos a iniciar procesos de radicalización, sino que quieren dar un paso más y planificar o perpetrar acciones terroristas”, aseguró.
Según datos del Ministerio del Interior, los menores representan el 18,3% del total de yihadistas detenidos en España (82) el pasado 2024, una cifra que marca récord tras los 78 arrestos registrados en 2023. Más allá de lo cuantitativo, el perfil de los menores preocupa a las fuerzas de la lucha antiterrorista, ya que se ha “radicalizado”, hasta el punto de estar preparados y haber planificado acciones terroristas.