Qué es la leucemia acelerada que sufre Frank Cuesta: síntomas y tratamiento de este tipo de cáncer de sangre

Cada mes de enero, el naturalista debe someterse al tratamiento para controlar la leucemia mielógena crónica que padece

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Frank Cuesta durante su paso
Frank Cuesta durante su paso por 'El Hormiguero' (Flickr)

Hace 15 años que Frank Cuesta fue diagnosticado de cáncer, concretamente de una leucemia acelerada. Los cambios físicos que experimenta a raíz del tratamiento son visibles y el herpetólogo ya se ha adelantado a los comentarios: "Todos los enero me tienen que meter un mogollón de cosas ahí por la médula y hacer unas cosas“.

Tal y como ha explicado a sus seguidores a través de su canal en YouTube, en las últimas semanas ha estado intentando ganar peso pues, con la última sesión del tratamiento de quimioterapia, sabe que va a adelgazar varios kilos.

La leucemia acelerada o leucemia mielógena crónica (LMC) afecta a los glóbulos blancos, especialmente a las células mieloides, precursoras de varios tipos de células sanguíneas. Por ello, se caracteriza por un crecimiento descontrolado de estas células en la médula ósea y su posterior acumulación en la sangre.

Este tipo de cáncer de sangre supone entre el 15% y el 20% de todas las leucemias a nivel global. Según las cifras del cáncer en España de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la tasa supervivencia neta a 5 años de la leucemia mieloide crónica está próxima al 70%.

Frank Cuesta muestra su cambio
Frank Cuesta muestra su cambio físico en su canal de YouTube (YouTube)

Síntomas de la leucemia acelerada

Los síntomas de la LMC varían según la fase de la enfermedad, aunque de acuerdo con los profesionales de MedlinePlus pueden incluir fatiga persistente, pérdida de peso sin causa aparente, sudores nocturnos, fiebre, dolor o sensación de plenitud en el lado izquierdo del abdomen debido al agrandamiento del bazo, dolor óseo, infecciones frecuentes, sangrado o hematomas fáciles.

Es importante destacar que en la fase crónica, muchas personas pueden no presentar síntomas evidentes y la enfermedad se detecta durante análisis de sangre rutinarios. Así, el diagnóstico de la leucemia mielógena crónica generalmente comienza con un hemograma completo que revela un aumento en el número de glóbulos blancos.

Para confirmar la sospecha del diagnóstico y determinar la presencia del cromosoma Filadelfia o el gen BCR-ABL1 (resultados de una anomalía genética), se realizan pruebas genéticas específicas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la hibridación in situ con fluorescencia (FISH). Además, una biopsia de médula ósea puede ser necesaria para evaluar la extensión de la enfermedad y la fase en la que se encuentra.

Tratamiento de la leucemia mielógena crónica

El tratamiento de la leucemia acelerada ha mejorado notablemente gracias a la introducción de los inhibidores de la tirosina quinasa (ITK), que específicamente bloquean la actividad de la proteína BCR-ABL1. Estos medicamentos, como el imatinib, han mejorado considerablemente el pronóstico de los pacientes, permitiendo que muchos mantengan una calidad de vida cercana a la normal.

Llega a España el tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer que se administra con una inyección en solo 7 minutos.

Sin embargo, en casos donde la enfermedad no responde a los ITK o progresa a fases más avanzadas, se pueden considerar otras opciones terapéuticas, como la quimioterapia, el trasplante de médula ósea o la participación en ensayos clínicos de nuevos tratamientos.

En 2023, España llevó a cabo 3.717 trasplantes de progenitores hematopoyéticos (TPH) o trasplante de médula ósea, una cifra que alcanza el máximo histórico en donaciones tras más de una década en aumento según datos de Sanidad. Esto supone una tasa de 77,4 trasplantes por millón de habitantes.

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