Los dispositivos móviles se han transformado en una extensión de nuestro cuerpo y alma. Cuando salimos de casa sin nuestros smartphones o si nos palpamos los bolsillos del pantalón y no los encontramos, el mundo se nos viene encima porque no podemos estar desconectados en un panorama hiperconectado.
Pese a la gran cantidad de casos sobre menores de edad acosados en el entorno digital y el esfuerzo de las autoridades en la concienciación ante este problema, sigue estando muy arraigada la tradición de regalar teléfonos móviles a los hijos por su cumpleaños, comprendidos entre los 12 y 14 años.
El auge de los códigos QR
La digitalización ha irrumpido en la mayoría de los sectores de la sociedad, aportando ventajas e inconvenientes. Una de las creaciones digitales que más usamos en nuestro día a día son los denominados códigos QR, los cuales son, simplemente, una evolución del código de barras.
El ‘Quick Response code’, o código de respuesta rápida, lo podemos encontrar en múltiples lugares, tanto en el entorno digital como el mundo real. Desde los ubicados en las mesas de restaurantes para acceder a su menú; hasta los situados al lado de una obra de arte de un museo para explicar al visitante quién es su autor y en qué año la finalizó. Los profesionales y organismos que emplean códigos QR para desempeñar su labor se cuentan por miles, desde las organizaciones lícitas a los ciberdelincuentes.
Cómo detectar códigos QR maliciosos
Tras las rebajas de enero, los códigos de respuesta rápida se han convertido en una herramienta comúnmente usada por los clientes para efectuar la devolución de sus compras. También, los delincuentes han visto este acontecimiento como una oportunidad para hacer su agosto, poniendo en alerta a las autoridades ante numerosos casos de estafa.
En este sentido, la Policía Nacional, a través de su perfil oficial de TikTok, ha lanzado un mensaje de advertencia a la población sobre el procedimiento que hay que seguir para evitar caer en un fraude, al acceder a un código QR. “Verifica que el código no haya sido manipulado antes de usarlo”, explica la portavoz del cuerpo policial. Además, es crucial comprobar “que el enlace de vista te lleva efectivamente a la página que quieres visitar. Una vez en la web, analízala visualmente para encontrar pistas que te indiquen que estás en una página falsa: imágenes de baja resolución, errores ortográficos, etc.”, avisa la Policía Nacional.
Es esencial que, ante mensajes (dentro del enlace) que exijan inmediatez o urgencia de pago, el usuario abandone el sitio web, ya que puede ser un indicador de la ilegalidad de la plataforma. Aunque este consejo resulte evidente, en un sitio web de dudosa procedencia, es conveniente recordar que no se deben aportar datos personales ni información sobre cuentas bancarias.
Casos recientes de estafas con códigos QR
El caso más sonado fue el que atacó, hace unos meses, al servicio de bicicletas del Ayuntamiento de Madrid, BiciMAD. Los delincuentes pegaron una pegatina falsa sobre la oficial, con tal de conducir a los usuarios de bicis a una plataforma fraudulenta de pago y robarles el dinero.
Frente a la nueva modalidad de estafa con códigos QR, Qrishing, es indispensable extremar las precauciones y, en un primer momento, desconfiar de cualquier enlace al que se nos transporte. La desconfianza, en estos casos, marca la diferencia entre sufrir una estafa o ir dos pasos por delante de los ciberdelincuentes.