Un Volkswagen Golf gris, estacionado en el aparcamiento del Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo Willy Brandt, ha acumulado una deuda superior a los 200.000 euros tras permanecer más de un año allí. El vehículo, con matrícula de Hannover, está aparcado en una zona en la que solo los primeros diez minutos son gratuitos, y a partir de ese tiempo las tarifas comienzan a acumularse rápidamente, de ahí que haya alcanzado una cifra tan exorbitante, por el tiempo que lleva abandonado el automóvil.
El coche, que ya es conocido y se ha convertido en una curiosidad para los pasajeros habituales del aeropuerto, ha empezado a tener evidentes signos de deterioro. Según ha informado el medio alemán Berliner Zeitung, el vehículo tiene trozos de papel pegados bajo los limpiaparabrisas delanteros, un fragmento de cinta de precaución colgando del limpiaparabrisas trasero y una pantalla de control visiblemente dañada, como si hubiera sido golpeada. A pesar de su estado, el coche sigue aparcado en el mismo lugar, acumulando deudas que podrían ya superar los 200.000 euros.
El sistema de tarifas del parking no perdona
El aparcamiento de corta duración del aeropuerto tiene un esquema tarifario que incrementa rápidamente la deuda. Tras los diez primeros minutos gratuitos, un cuarto de hora cuesta cinco euros, y cada cinco minutos adicionales suman dos euros. Según la lista de precios publicada en su página web, una hora de estacionamiento tiene un coste de 23 euros, mientras que 24 horas alcanzan los 552 euros. Este sistema ha llevado a que el Volkswagen Golf acumule una deuda astronómica tras más de un año.
Aunque se estarían llevando a cabo acciones legales para recuperar la deuda, la administración del aeropuerto no es responsable directa del estacionamiento, ya que este es operado por la empresa APCOA Deutschland GmbH, con sede en Stuttgart.
Un consultor de relaciones públicas externo, que no pertenece a APCOA y ha preferido no ser citado por su nombre, ha confirmado al medio alemán que los empleados de la empresa están al tanto del caso. En un correo electrónico, el consultor señaló que APCOA se encuentra “en estrecho contacto con el propietario del aparcamiento y las autoridades responsables”.
En cuanto a la posibilidad de cobrar la deuda acumulada, el consultor explicó: “La posibilidad de cobrar los derechos de estacionamiento adeudados en este contexto depende de si se puede identificar al deudor y de los recursos financieros necesarios”. Mientras tanto, el parquímetro del aeropuerto sigue funcionando, incrementando la deuda minuto a minuto.
No va a tener solución inmediata
A pesar de la magnitud de la deuda acumulada, el Volkswagen Golf permanece en el mismo lugar, sin que se hayan tomado medidas para retirarlo. Este caso ha generado dudas sobre la eficacia de los sistemas de gestión de aparcamientos en situaciones excepcionales como esta. Además, pone de manifiesto las dificultades legales y logísticas que enfrentan las empresas para recuperar deudas de este tipo, especialmente cuando no se ha identificado al propietario del vehículo.
El automóvil, que ya prácticamente forma parte del paisaje habitual del aeropuerto, sigue siendo un tema de conversación entre los pasajeros y un ejemplo extremo de las consecuencias de abandonar un vehículo en un aparcamiento de alta rotación. Por el momento, el caso continúa sin resolverse, mientras las tarifas siguen acumulándose y el coche permanece inmóvil en el estacionamiento del aeropuerto alemán.