La inspección técnica de vehículos (ITV) es un procedimiento de obligado cumplimiento que garantiza la seguridad vial y la protección del medio ambiente. Desde su instauración en España, en 1981, para los vehículos industriales y su posterior generalización, en 1985, para todo tipo de automóviles, ha sido un requisito ineludible para poder circular legalmente.
Tal como recuerda la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), la ITV tiene una fecha de vencimiento concreta. Esta información puede encontrarse en la tarjeta de inspección técnica del vehículo, en el último informe de inspección o a través de la aplicación miDGT. No obstante, la pegatina visible en el parabrisas sólo indica el mes y año de expiración, sin especificar el día exacto. De igual manera, se permite realizar la inspección hasta 30 días antes de la fecha de caducidad sin que esto adelante la próxima revisión.
Cualquier persona, y no solo su titular, puede llevar el vehículo a la inspección siempre que presente la documentación original requerida. Además, la ITV debe estar en vigor incluso si el vehículo permanece estacionado en la vía pública, ya que sigue considerándose un automóvil matriculado y en disposición de circular. En este sentido, la única excepción para poder saltarse esta obligación es que el propietario del coche solicite su baja en la Dirección General de Tráfico y lo retire de la vía.
Vencimiento y posible multa
El vencimiento de la ITV sin haber realizado la inspección correspondiente conlleva sanciones. No se otorga un periodo de gracia: una vez pasada la fecha límite, el vehículo se considera fuera de normativa, aunque el propietario ya tenga cita programada para la revisión. Las multas pueden alcanzar los 500 euros, y la falta de una ITV vigente puede afectar la cobertura del seguro en caso de siniestro.
Por otro lado, la ITV puede realizarse en cualquier comunidad autónoma, independientemente del lugar donde esté matriculado el vehículo. Además, si el automóvil no supera la inspección en una estación, la segunda revisión puede llevarse a cabo en cualquier otro centro autorizado dentro del territorio español. Sin embargo, los talleres mecánicos no están habilitados para realizar este procedimiento; su función se limita a efectuar reparaciones y mantenimiento para garantizar que los vehículos cumplan con los requisitos establecidos.
Es importante destacar que las estaciones de ITV no pueden imponer recargos por haber superado la fecha de inspección, pero los agentes de tráfico pueden aplicar multas significativas. Esto también implica que, si un vehículo sin ITV vigente se ve involucrado en un accidente, la aseguradora podría negarse a cubrir los daños ocasionados, aumentando el riesgo económico para el propietario.
La ITV no sólo es un trámite administrativo, sino una medida fundamental para la seguridad vial. Circular sin una inspección vigente implica riesgos para el conductor, los pasajeros y el resto de los usuarios de la vía. Es, además, una amenaza para el medio ambiente, ya que los controles de emisiones contaminantes son una parte esencial de la revisión. Mantener la ITV al día es, por tanto, una responsabilidad que trasciende lo legal y se inscribe en la protección de la vida y el entorno.