El 21,5% de los estudiantes de secundaria de entre 14 y 18 años jugaron en 2023 a algún juego de azar de manera online o presencial, según datos de la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) junto con la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y compartidos ahora en el nuevo Informe sobre adicciones comportamentales y otros trastornos adictivos.
La edad a la que los menores juegan por primera vez es de 14,7 años, casi la misma a la que lo hacen de manera presencial (14,8). Loterías, bingos, máquinas de azar, quinielas, apuestas deportivas o de caballos, videojuegos, cartas... Son muchas las vías que tienen a día de hoy los jóvenes para acceder a los juegos de azar. Hay variación entre los sexos, dado que mientras en el caso de las chicas el porcentaje es de un 13,3%, en el caso de los chicos es del 29,4%, resultando en una media mayor que la obtenida por el mismo estudio en 2021 (con una subida de un 1,4%).
Un ocio normalizado pese a la ley
En el terreno de los juegos de azar online, desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad publicaron en 2021 un artículo donde los describían como una serie de actividades “vistas por muchos adolescentes como un tipo de ocio normalizado y aceptado, compatible con las quedadas entre amigos/as, donde pueden visualizar juntos los eventos deportivos o pasar tiempo de entretenimiento en la Red”.
El aumento reflejado en la encuesta, especialmente en la modalidad presencial, contrasta con la legislación vigente en España. La ley 13/2011 de regulación del juego establece claramente que “queda prohibida toda actividad relacionada con la organización, explotación y desarrollo de los juegos” en “los menores de edad y los incapacitados legalmente o por resolución judicial, de acuerdo con lo que establezca la normativa civil”.
Esta prohibición no ha impedido un crecimiento notable en las máquinas de azar, como las slots o las tragaperras, que en dos años pasaron del 17,7% al 27,5% sobre el total de jóvenes encuestados. “Respecto a la modalidad de apuesta con dinero de manera presencial”, se escribe en el estudio, “nos encontramos que loterías se coloca en primer lugar con un 40,6, seguido del bingo con un 35,9% y las loterías instantáneas, con un 33,6%”.
Nuevos consumos, el mismo problema
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, se ha pronunciado sobre estos datos en una rueda de prensa. Con el ligero aumento de las cifras, ha insistido en la necesidad de “proteger a las poblaciones más jóvenes de aquellos ámbitos en los cuales sí que tienen un cierto protagonismo de consumo”. Por su parte, Joan Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ha puesto el foco sobre las criptomonedas y el trading (la especulación con estas divisas digitales irrumpe en el estudio con un 26,8% de prevalencia entre los jóvenes), subrayando el deber de identificar estas “adicciones emergentes” que provocan uno de los consumos “más problemáticos”.
Los juegos de azar pueden contribuir a la aparición de trastornos de adicción al juego, los cuales suponen el 82% de las 4.670 admisiones por tratamiento por adicciones que no impliquen el consumo de drogas en 2024, según datos del indicador empleado en el Informe elaborado por el OEDA. “Hay que tener en cuenta que la adicción al juego puede ser igual de perjudicial para el menor que el consumo de alcohol o drogas”, destacan desde el INCIBE.