Los dos grandes amores de Pedro Carrasco: su primer matrimonio con Rocío Jurado y su polémica relación con Raquel Mosquera

El boxeador fallecía hace 24 años en su hogar en Madrid, dejando completamente devastadas a las mujeres de su vida

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Pedro Carrasco y Raquel Mosquera
Pedro Carrasco y Raquel Mosquera en una imagen de archivo (AGENCIA EFE).

El 27 de enero de 2001 marcó el final de una era para el boxeo español y el inicio de un legado recordado tanto en los cuadriláteros como en los titulares de la prensa rosa. Pedro Carrasco, considerado uno de los deportistas más relevantes del siglo XX en España, fue mucho más que un campeón mundial. Su vida personal, marcada por dos grandes historias de amor y un legado a cargo de Rocío Carrasco, sigue dando de qué hablar incluso 24 años después de su muerte.

Nacido el 11 de julio de 1943 en Alosno, un pequeño pueblo de Huelva, Pedro Carrasco creció en un entorno rural. Hijo de agricultores y ganaderos, su niñez estuvo ligada al trabajo del campo hasta que, a los ocho años, su familia decidió mudarse a Sevilla en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, el destino les llevó aún más lejos, cruzando el océano hasta São Paulo, Brasil. Allí, un joven Pedro descubriría el deporte que marcaría su vida.

Aunque en un principio trabajó en una fábrica de embalajes, pronto comenzó a entrenar en el boxeo, un deporte que practicaba de manera clandestina al principio, ya que no contaba con el apoyo de su padre. A los 16 años, su talento lo llevó a destacar en competiciones amateur, y posteriormente inició su carrera profesional con una gira por Europa. Fue en Italia donde comenzó a brillar, y no pasó mucho tiempo antes de que regresara a España como una promesa del boxeo.

Un amor que trascendió las décadas: Rocío Jurado

La vida personal de Pedro Carrasco saltó a las portadas cuando conoció a Rocío Jurado, una de las voces más icónicas de la historia de nuestro país. Su primer encuentro tuvo lugar en un evento taurino benéfico, donde el boxeador, convertido en héroe, rescató a la cantante tras un accidente en el ruedo. Ese momento fue el inicio de una relación que se formalizó en matrimonio en 1976, en la emblemática iglesia de la Virgen de Regla, en Chipiona.

El enlace fue un acontecimiento mediático sin precedentes. Cientos de personas se congregaron para ser testigos de la unión entre “La más grande” y el campeón. De esta unión nació Rocío Carrasco, la única hija de la pareja. Sin embargo, los constantes viajes de Rocío y las tensiones familiares comenzaron a minar su relación.

A pesar de las dificultades, el respeto y la admiración mutua siempre estuvieron presentes. Ambos mantuvieron una conexión profunda incluso después de su separación en 1993. “Mi madre se murió enamorada de Pedro Carrasco, y Pedro Carrasco se murió enamorado de Rocío Jurado. Lo sé [...] Yo puedo tener una idealización de esa relación, por el hecho de ser su hija, pero ya no es solamente eso, sino que ellos se lo manifestaron a otras personas”, aseguró su hija en el documental En el nombre de Rocío.

Rocío jurado, junto a su
Rocío jurado, junto a su cuñada Rosa Benito y exmarido, Pedro Carrasco en un evento familiar (IMAGEN DE ARCHIVO).

Un nuevo capítulo con Raquel Mosquera

Tras su divorcio, Pedro encontró consuelo en Raquel Mosquera, una joven estilista 26 años menor que él. Su relación comenzó discretamente, pero pronto atrajo la atención de los medios. En 1996, la pareja contrajo matrimonio en un ambiente íntimo en el pueblo onubense de él, aunque no exento de controversias debido a la notable diferencia de edad y a la ausencia de Rocío Jurado en la ceremonia.

El matrimonio con Raquel representó una nueva etapa en la vida de Pedro, llena de proyectos y compromisos conjuntos. Juntos inauguraron un salón de belleza en Madrid, y la estilista se convirtió en una figura habitual en los medios. Y, aunque la peluquera siempre aseguró la buena relación que mantenía con su hijastra: “Somos como dos hermanas y a las dos nos gusta mucho cambiar. Yo le he teñido el pelo a Rocío, nos arreglamos a veces juntas. Es una persona muy buena y muy cariñosa. Yo la quiero muchísimo y pienso que ella también a mí”, esta no se mantuvo en el tiempo.

De hecho, el propio Pedro vio cómo se deterioraba la relación con Rocío Carrasco con los años, motivado en gran medida por su turbulento matrimonio con Antonio David Flores. “Quiere ser ella misma la que lo desenrede. Y yo la respeto. Ella, mi mujer y mis nietos son lo que más quiero en este mundo”, explicaba el boxeador. Además, al ser preguntado sobre su opinión sobre el exguardiacivil, aseguró: “Mis nietos le recriminarán a Antonio David el día de mañana el que haya hablado de su madre de ese modo. Y cuando yo tenga la oportunidad, también se lo haré saber personalmente”.

Por desgracia, el 27 de enero de 2001 un infarto fulminante ponía fin a su vida. El deportista era encontrado por Raquel Mosquera en su hogar, en Madrid, a los 57 años. Una noticia que dejaba conmocionado a todo el mundo del deporte español y a las mujeres de su vida, que no pudieron evitar las lágrimas en un funeral muy precoz para el exboxeador.

Pedro Carrasco (EUROPA PRESS).
Pedro Carrasco (EUROPA PRESS).

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