Elena Gabaldón tenía 66 años y le quedaban cinco meses para jubilarse. Trabajaba como dentista junto con su hermana Eva en Cacabelos, municipio a 12 kilómetros de Ponferrada. En mayo de 2024, sin embargo, tuvo que apartarse de la clínica a causa de un adenocarcinoma gástrico. Ese mismo mes, su hospital de referencia, el Hospital El Bierzo, se quedaba sin oncólogos.
Su experiencia fue como la de muchos otros: horas de espera para ser atendidos, pese a tener cita; salas abarrotadas de pacientes y un cambio constante de médicos. “Entras a consulta y no sabes quién te va a atender ese día”, recuerda Eva. Es el pan de cada día de los enfermos que se tratan en el Hospital El Bierzo, que tapa con profesionales desplazados de otras regiones de Castilla y León la falta de especialistas. “Hubo ocasiones en que le atendió gente de medicina interna”, añade la mujer. Para ella y su hermana, la sensación fue de “desprotección total” durante todo el proceso, asegura.
Tras meses de lucha contra el cáncer, finalmente una oncóloga les dio la buena noticia. “Le dijo que estaba curada”, asegura Eva. Doce días después, Elena fallecía en el Hospital El Bierzo.
“No llegó a paliativos”
La noticia de la oncóloga pilló a las hermanas por sorpresa, pues en ocasiones anteriores les habían dicho que tendría que hacer quimioterapia hasta el mes de diciembre. Pero la especialista estaba segura, “solamente tocaba afrontar el problema mental, como si mi hermana estuviese loca”, critica.
Con la confirmación médica, la familia Gabaldón se apresuró a celebrar la buena nueva, pero la alegría duró poco. Pasaban los días y Elena no mejoraba: vomitaba constantemente, no podía comer y apenas podía mantenerse en pie por su cuenta. Acudieron varias veces al médico de urgencia, que les decía que era algo “normal”, secuelas de la radiación de la quimio. “Una semana después de esa cita, tiene consulta en Nutrición. Le digo al médico que mi hermana estaba muy débil, había adelgazado un montón, ya debía pesar 40 kilos”, recuerda. Ante el estado de salud de Elena, los médicos deciden ingresarla.
Mientras el equipo médico proponía nuevas líneas de tratamiento, el estado de Elena empeoraba. Las pruebas confirmaron la peor noticia: había metástasis en el peritoneo y estaba muy extendido. “No llegó a estar en paliativos”, lamenta Eva.
Sin oncólogos en El Bierzo
Desde el mes de septiembre, la plataforma Oncobierzo denuncia la falta de personal en el Hospital El Bierzo. El centro tiene habilitadas cuatro plazas para especialistas en el tratamiento del cáncer, pero solo dos están ocupadas y los trabajadores se encuentran de baja.
Los pacientes y sus familiares han reclamado durante meses mejoras en la atención del hospital sin demasiado éxito. Desde la gerencia del centro, intentan atraer talento mientras cubren las bajas con un modelo de atención en red, que lleva a otros médicos del resto de la comunidad autónoma para atender a los pacientes de El Bierzo. Un método caro e ineficiente según los afectados, pues conlleva horas de retrasos en las citas, hasta que el facultativo puede ponerse al día con el historial de los enfermos.
En octubre, la Consejería de Sanidad publicó el Plan de Garantía Asistencial Integral en el Bierzo, con 143 medidas y una inversión de más de 14 millones de euros para el servicio de Oncología, que planteaba ampliar la plantilla a seis trabajadores. Pero, de momento, no ha tenido traducción en la práctica.
“A Elena nunca la vio un oncólogo en planta”, asegura su hermana. Eva no sabe si su hermana habría sobrevivido o no de haberse tratado en otro hospital. “Entiendo que tenía una enfermedad gravísima y que, seguramente, se hubiera muerto igual”, reconoce, pero la sensación de desprotección fue constante durante el proceso. “Estamos hablando de personas muy enfermas que están muy vulnerables, llenas de miedo y lo que necesitan es un seguimiento, un apoyo, confianza. No este abandono”, critica.