La increíble casa de Ana Obregón en La Moraleja: dos plantas, piscina exterior, varios salones y Buddha por todas partes

Técnicamente, Ana Obregón sigue viviendo en la casa de sus padres. Antonio García Fernández, padre de la actriz y presentadora de televisión (aunque ella decidió quedarse con el apellido de su madre, Ana María Obregón Navarro), fue quien, en los años 70, convirtió un terreno de 1.150 hectáreas (adquirido junto con una compañía belga y otra española) en Alcobendas en lo que hoy es La Moraleja, una urbanización residencial de lujo repleta de encinas y que cuenta con más de 1.000 viviendas unifamiliares y más de 400 adosadas.

Los vecinos de Ana Obregón también son high class: además de sus hermanos, cada cual con su propia residencia, viven allí celebridades estelares como el actor Richard Gere, el futbolista Kylian Mbappé, o las artistas musicales Isabel Pantoja y Rocío Jurado. En realidad tiene sentido que un paseo en La Moraleja sea como entrar al museo de cera, ya que el precio medio de un inmueble en esta urbanización es de 1.062.526 euros, entre unas cuantas por unos 900.000 euros, alguna que otra que alcanza los 8.000.000 de euros, y al menos una que llega a los 15.000.000 de euros, según Fotocasa. Además, es una urbanización segura y bien comunicada, con una variedad de servicios como restaurantes, clínicas, escuelas infantiles o colegios, y seguridad 24 horas.

La de Ana Obregón, en particular, cuenta con una fachada de ladrillo visto, un porche, dos plantas, una gran piscina con hamacas y un jardín privado. Uno de los detalles más destacables de la vivienda es esa gran piscina, que en los veranos de Madrid se debe agradecer tanto, y que cuenta con unas vallas de seguridad para evitar que Ana Sandra, su nieta (con algún que otro paso extra), no se acerque demasiado.

En la paleta de colores de su vivienda destacan especialmente los tonos claros: el área del recibidor, con un cerramiento con perfilería metálica en color blanco con columnas - también blancas - que dan un toque de elegancia a la estancia, y una planta de interior que aporta frescura y un toque de color. Todo un lujo, contando además con sus techos altos y su moderna escalera de mármol con barandillas de vidrio transparente.

El salón principal, que cuenta con un techo abuhardillado (en pendiente), tiene una distribución abierta y un acceso al jardín, además de un gran sofá esquinero, blanco y con cojines de varios colores, sobre el cual cuelga un enorme cuadro de su hijo Aless Lequio junto a su perro. Pero además, en contraste con ese blanco predominante, la presentadora y actriz decidió incluir un elegante piano de pared negro que debe ser de sus cosas favoritas, ya que, según comentó en Ven a cenar conmigo, “cuando toco el piano me transporto, ese es mi momento cumbre”.

Cuenta también con varios salones, uno de los cuales está enfocado al entretenimiento, con una acogedora chimenea, un televisor incrustado en una hornacina, y una biblioteca, lugar donde la presentadora suele practicar el yoga. Una de las habitaciones más peculiares, con un peluche de un tigre a modo de decoración, una cama tapizada en piel de cocodrilo, un enorme vestidor, y una cruz colgada en la pared, es el dormitorio de la presentadora. Pero las curiosidades de su hogar no se quedan ahí: además, cuenta con estatuillas de Buddha, de tamaños y colores distintos, prácticamente en cada habitación de su casa.