Convertido ya en palacete de la discordia, el bello y elegante edificio del número 11 de la avenida Marceau en París es ya, según el PNV, irreversiblemente suyo, aunque ya es también, y sin lugar a dudas, uno de los protagonistas de la política española de estos últimos días.
¿Qué ha tenido que pasar para que un edificio decimonónico parisino parezca el culpable de que los españoles ya no puedan acceder a partir de este jueves a las ayudas al transporte ni recibir la subida en sus pensiones o en el salario mínimo interprofesional?
Para responder hay que tirar de historia. El Congreso tumbó este miércoles el real decreto ley ‘ómnibus’ que incluía, entre otras medidas, la devolución al PNV de este edificio, que alberga en la actualidad la sede del Instituto Cervantes en la capital francesa, pero que el partido adquirió en 1937 para ser sede del gobierno vasco durante la Guerra Civil y que pasó, tres años después, a manos de la dictadura franquista.
El PP de Alberto Núñez-Feijóo ha justificado su voto en contra al decreto que también contenía la prórroga de las ayudas al transporte y la subida de las pensiones por su frontal rechazo a que el Gobierno le traspasara al PNV el palacete de la avenida Marceau, una zona en la que el metro cuadrado ronda los 13.000 euros y cuyo precio podría rondar, según estimaciones no oficiales, entre los 15 y los 17 millones de euros.
De la Falange al Cervantes: así es el palacete de Marceau
Construido por Paul Déchard en 1883, el inmueble de la avenida Marceau es un edificio emblemático que guarda entre sus muros parte de la historia de España. Su historia está ligada a importantes acontecimientos del siglo XX con sus momentos de luz y de sombra: fue sede del gobierno vasco en el exilio en dos periodos (1937-1940 y 1945-1951), pero también sede de la policía franquista durante el periodo de la Ocupación de París, y el lugar en el que se constituyó en 1949 el Consejo Federal Español del Movimiento europeo.
Adscrito al Estado español desde 1951, el Instituto Cervantes se instaló en 1995, ocupando el histórico edificio y convirtiéndose en la sede de sus actividades culturales y educativas en la capital francesa. En 1937, después del golpe de Estado de Francisco Franco, el gobierno provisional del País Vasco se instala en el edificio, pero con la ocupación de la ciudad por las tropas alemanas en junio de 1940, la delegación vasca es desalojada.Es entonces cuando se establecen en el inmueble varios servicios de la embajada y del consulado españoles: Falange, la Agregaduría Militar, la Comisión de Recuperación de Bienes y los Servicios de Seguridad. Desde aquí se coordina la represión del exilio republicano español, explican desde el Instituto Cervantes. En agosto de 1944, tras la liberación de París, los funcionarios franquistas son desalojados y la delegación vasca regresa al palacete de Marceau.
“La propiedad del inmueble de titularidad de la Administración General del Estado sito en París, Avenue Marceau, número 11, quedará atribuida al Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco en atención a la vinculación histórica del edificio con este Partido, constituyendo esta misma disposición el título traslativo del inmueble en virtud del cual se podrá hacer constar la transferencia en cualesquiera registros públicos", se lee en el BOE.
En el mismo texto se explicaba que pese a que el traspaso de la propiedad fuera “inmediato”, el Instituto Cervantes podría seguir ocupando el inmueble hasta el 31 de diciembre de 2030, abonando desde el 1 de enero de 2025 una “renta de mercado” que tampoco ha trascendido.También se compensó al PNV con la privación de otro inmueble en Noyon (Francia), conocido como Hotel de Mont Renaud, Boulevard Carnot, n.º 77, y otro más en Compans (Francia), denominado Ferme de I’Hotel de Dieu, Rue Mitry, s/n. Los importes de este traspaso se fijarían “mediante orden de la persona titular del departamento competente en materia de memoria democrática” aplicando los principios establecidos en la Ley 43/1998, de 15 de diciembre, de Restitución o Compensación a los Partidos Políticos de Bienes y Derechos Incautados en aplicación de la normativa sobre responsabilidades políticas del período 1936-1939, y su Reglamento aprobado por Real Decreto 610/1999, de 16 de abril.Ahora, pese al rechazo del decreto, el PNV sigue asegurando que la titularidad del edificio es irreversible, ya que el edificio lleva tiempo en manos de la formación y su transmisión fue recogida en el real decreto ley que este miércoles se ha sometido a votación y no ha sido aprobado.A pesar de todo, según la formación nacionalista, no importa que el decreto que recogía el cambio de titularidad no se haya convalidado, ya que esto solo produce el cese inmediato de sus efectos a partir de ese momento, pero no anula los efectos producidos durante su vigencia. Y en este caso, alegan, la transmisión de la titularidad del inmueble ya está completada.Fuentes del PP recogidas por EFE consideran, no obstante, que la no convalidación del real decreto ley deja claro que el inmueble de París no pertenece al PNV, independientemente de lo que hayan registrado hasta ahora, y subrayan que este edificio es patrimonio del Estado.El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha utilizado este edificio como ariete y cabeza de turco del rechazo del partido a la prórroga de las medidas anticrisis. Ha acusado al presidente del Gobierno de “regalar” un edificio público y ha acusado al PNV “chantajear” al Ejecutivo: “El PNV se ha convertido en el partido aprovechategui“.