La vida a bordo de la princesa Leonor cruzando el Atlántico en el Juan Sebastián Elcano: su primer gran desafío en altamar

La heredera y sus compañeros guardiamarinas zarparán desde Gran Canaria este jueves 23 de enero para comenzar su travesía hacia Brasil

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La princesa Leonor, en el
La princesa Leonor, en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. (Europa Press)

Este jueves, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano zarpará de Las Palmas de Gran Canaria para afrontar una travesía que marcará un hito en la formación de los guardiamarinas del 97º Crucero de Instrucción de la Armada Española. Entre ellos, destaca la presencia de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, quien vivirá su primer cruce transatlántico tras incorporarse a la tripulación el pasado 11 de enero en Cádiz.

El destino inmediato es Salvador de Bahía, en Brasil: una exigente travesía que implicará alrededor de 22 días de navegación ininterrumpida a vela, con un mínimo de 5.200 kilómetros impulsados por los vientos alisios.

Este será su primer desafío real en alta mar, ya que estos vientos, que llevaron a Cristóbal Colón hacia América, también suponen el riesgo de encontrar zonas de calma en el Atlántico que podrían dejar el buque parado por la ausencia de viento.

Es el comienzo del aprendizaje”, indicó el comandante del buque, capitán de navío Luis Carreras Presas do Campo, desde el muelle. Según explicó, la fase de adaptación de los guardiamarinas concluyó con las escalas previas en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Ahora, la fase de formación intensiva comienza con esta travesía oceánica.

El buque escuela Juan Sebastián Elcano llega al puerto de Santa Cruz de Tenerife con la princesa Leonor y el resto de guardiamarinas a bordo. (EFE)

Los guardiamarinas llevan diez días a bordo y, para muchos, es la primera experiencia en un navío de vela. Esto se ha notado en maniobras básicas, como el atraque, en las que aún muestran inexperiencia. En su llegada a la base naval de Las Palmas, los errores de los nuevos tripulantes al amarrar el buque desataron reprimendas en proa por parte de los oficiales del navío, tal y como cuenta José María Rodríguez en EFE.

La princesa Leonor, disciplinada en su posición durante estas operaciones en cubierta, ha comenzado a adaptarse a la estricta rutina militar. Todo ello, acompañado por un ambiente distendido gracias a la música de la banda que sonaba a todo volumen en cubierta interpretando pasodobles y marchas militares.

Rutinas y desafíos en el mar

La vida a bordo impone su propia dinámica. Según explicó el capitán Carreras, “la travesía atlántica permitirá establecer las rutinas propias de la navegación”. Especialmente relevante será la navegación con los vientos alisios, que facilitarán el avance del buque la mayor parte del tiempo. Sin embargo, los navegantes deberán anticiparse y sortear las temidas calmas de la zona de convergencia intertropical, cerca del ecuador, que podrían inmovilizar al barco temporalmente.

Convertirse en guardiamarinas implica experimentar en primera persona los rigores de la vida en un navío de vela: desde las limitaciones de espacio hasta el trabajo conjunto de camaradería entre los tripulantes. Además, estas travesías ofrecen una valiosa enseñanza práctica: enfrentarse a semanas sin ver tierra, dependiendo exclusivamente de las condiciones del océano.

La princesa Leonor haciendo maniobras
La princesa Leonor haciendo maniobras a bordo del Juan Sebastián Elcano (Casa Real)

Tras Salvador de Bahía, el itinerario del 97º Crucero de Instrucción incluye distintos puertos emblemáticos de Iberoamérica, pasando por Montevideo, Punta Arenas, Valparaíso, El Callao y Cartagena de Indias, entre otros, antes de continuar su curso hacia Santo Domingo y Nueva York. El regreso a España está previsto con paradas en Gijón, Ferrol y Marín. Entre los hitos de esta aventura, destaca el paso por el legendario Cabo de Hornos, una experiencia única y desafiante para cualquier marinero.

Últimos días en tierra

Con días limitados antes de abandonar el puerto, los guardiamarinas que no estén de guardia podrán aprovechar su último contacto con tierra firme por las próximas semanas. Durante su escala en Santa Cruz de Tenerife, la princesa Leonor fue vista callejeando junto a sus compañeros y visitando el Parque Nacional del Teide, en una jornada de esparcimiento. Aunque no se han divulgado sus planes en Las Palmas, es probable que opten por actividades similares en la isla.

Esta etapa recuerda el paso de su padre, el rey Felipe VI, por el Juan Sebastián de Elcano durante su formación como oficial naval en 1987. En aquel entonces, el entonces príncipe de Asturias y sus compañeros visitaron Gran Canaria como parte de su instrucción. Las crónicas de la época relatan anécdotas como visitas a restaurantes tradicionales, donde probaron platos emblemáticos como el potaje de gofio, o momentos ligeros en un reconocido pub de moda en Las Palmas conocido como “El Gas”, donde el futuro monarca incluso solicitó al DJ que pusiera música de Talking Heads.

Ahora, es Leonor quien sigue los pasos de esa tradición, enfrentándose a las exigencias que supone su papel como heredera y como miembro de la tripulación de este histórico buque, representando a la Casa Real en una de las experiencias más icónicas de la Armada Española.

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