En mayo de 2017, en el único debate electoral televisado que hubo antes de los comicios autonómicos de ese mes, la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, propuso una medida para llevar “naturaleza y salud a todos los vecinos, a las familias”. “Vamos a hacerlo de esta manera: que cada balcón de Madrid tenga una planta”, aseguró. Sin duda, una medida fácil de llevar a cabo y barata económicamente. Un año y medio después, en noviembre de 2024, su compañero de partido, el alcalde José Luis Martínez-Almeida, aprobó una iniciativa más ambiciosa para Madrid para reducir las emisiones CO₂ en el aire, mitigar las altas temperaturas del verano, y combatir el efecto isla de calor (el incremento de la temperatura que sufren las grandes ciudades a causa de la actividad humana y que añade entre 1,5°C y 2°C a las mínimas).
Almeida presentaba entonces el nuevo Plan Especial de Azoteas Verdes (PAV), cuyo objetivo es que muchos edificios de la capital tengan jardines en sus partes más altas. El plan sigue en periodo de información pública (para presentar alegaciones) hasta el próximo 17 de febrero, pero esta misma semana el PSOE ha trasladado a la comisión de Urbanismo dos propuestas para hacerlo más completo y realizable, sobre todo teniendo en cuenta que el expediente del proyecto lleva incluido un estudio económico, una letra pequeña, que dificulta el éxito final del PAV.
El grupo municipal socialista quiere una línea de subvenciones públicas para ayudar a las comunidades de propietarios a que se animen a convertir su azotea en un espacio verde. Ya hay unas ayudas dentro del Plan Rehabilita del Área de Vivienda, pero solo financian el 50% y una vez realizadas las obras, es decir, que los vecinos tienen que adelantar el dinero. Lo que puede echar atrás a muchos a tomar una decisión tan importante. Hay que tener en cuenta que Madrid cuenta con 124.574 edificios construidos y solo 108 (el 0,08%) tienen cubiertas verdes. Además, de esos 108, unos 26 son edificios públicos.
El Ayuntamiento ha hecho una estimación del coste tipo de implantación de estas cubiertas. El estudio contempla un edificio promedio de 1.000 metros cuadrados. Con esta superficie, los vecinos tendrían que invertir entre 183.000 y 383.000 euros. “Entendemos que un desembolso inicial de estas cantidades es un coste realmente elevado para una comunidad de propietarios, sin que el retorno de la inversión sea rápido. Teniendo en cuenta que las actuaciones que se proponen requieren el acuerdo unánime de todos los propietarios, el coste se convierte en una barrera significativa para la aplicación del plan”, explica el concejal socialista Antonio Giraldo.
Línea de ayudas específicas
Los socialistas señalan que el Plan Rehabilita solo financia el 50% de este tipo de actuaciones, “unas ayudas que se abonan años después de haberse realizado las obras, por lo que entendemos que el coste será un elemento disuasorio muy relevante que impedirá la aplicación del plan en la mayoría de los casos potenciales”. Por eso, el PSOE propone que el Ayuntamiento habilite una línea de financiación específica para el plan. “Apoyamos este tipo de medidas, pero, tal y como está planteado el plan, es claramente insuficiente y de limitada aplicación. Hay que apoyar con el ejemplo y, sobre todo, con dinero para que de verdad alcance el objetivo que se marca. Me temo que acabe siendo solamente un anuncio cosmético”, sentencia Giraldo, que también ha pedido que se instalen estas cubiertas verdes en todos los edificios que se pueda de titularidad municipal. El equipo de Gobierno se comprometió a estudiar las propuestas del PSOE.
El Ayuntamiento recuerda que con el PAV, los inquilinos de un edificio donde se implanten las cubiertas verdes obtienen nuevos espacios de uso y convivencia, mejorando su funcionalidad. Además, se permite ganar elementos comunes, como pueden ser locales de instalaciones, trasteros y zonas comunes. Es decir, si se implantan cubiertas vegetales, el Ayuntamiento permite que se construyan diferentes espacios sin que compute la edificabilidad: cuartos para bicicletas, almacenes, archivos, aseos, vestuarios, cuartos de lavandería... Además, este Plan Especial suprime la necesidad de tramitar un estudio de detalle para cada edificio (lo que pasaba antes), y permite otorgar licencia directamente para la construcción de estos techos verdes.