A finales del año 2008, Beyoncé lanzaba su hit Single Ladies, cuyo videoclip ya forma parte de la historia del pop internacional. En abril de 2009, un usuario anónimo compartía en YouTube el vídeo musical de aquella oda a la soltería, cambiando la canción original por Paco, Paco, Paco de una casi olvidada Encarnita Polo. El montaje fue tan viral que el tema alcanzó el top 4 de ventas en España cuatro décadas después de su lanzamiento.
Aquel resurgir momentáneo ha sido uno de los pocos episodios que han perturbado la tranquilidad del retiro mediático en el que vive actualmente Encarnita Polo, una artista otrora internacionalmente conocida que este miércoles 22 de enero cumple 86 años.
No es fácil pasar de ser una estrella mundial a vivir prácticamente en el anonimato. Siempre acaban surgiendo los rumores sobre la salud o la situación económica de los artistas que libremente eligen retirarse del foco. Y el caso de Encarnita no ha sido una excepción, pues en los últimos tiempos ha sido noticia por su enfermedad y una supuesta ruina económica que su entorno tuvo que desmentir.
Los inicios de Encarnita Polo
Encarnación Polo Oliva nació en Sevilla en una familia numerosa. Su padre, que se dedicaba a la confitería, falleció cuando ella apenas tenía 12 años y ya comenzaba a labrarse un futuro como cantante.
Tras la muerte de su padre, Encarnita se desplazó a Barcelona junto a su madre y sus siete hermanos. Allí siguió abriéndose camino en la música hasta que, a mediados de los sesenta y convertida ya en una figura nacional, decidió trasladarse a Italia.
En el país alpino trabajó junto a grandes iconos de la canción italiana como Gigliola Cinquetti o Claudio Villa, además de debutar en el cine de la mano de Domenico Modugno con la comedia musical Scaramouche.
Posteriormente, la cantante protagonizó su propia gira por el continente americano, tras lo cual regresó a España y se casó con el popular compositor Adolfo Waitzman, autor de sintonías tan populares como la del concurso Un, dos, tres.... El matrimonio tuvo una hija en común, Raquel, y se separó nueve años después de su boda.
La vida actual de Encarnita Polo
En 2021, Encarnita Polo reaparecía con una entrevista en La Razón en la que revelaba que le había sido diagnosticado un cáncer en plena pandemia de Covid-19. Afortunadamente, contó que “lo cogieron a tiempo”. “Creo que he vencido a la enfermedad, pero el cáncer se queda ahí, y de buenas a primeras sale por otro lado. Es muy traicionero, es como un mal novio, o un mal marido”, señaló.
Su última aparición televisiva fue en 2022 en el programa Socialité, donde habló del bache económico que estaba sufriendo y confesó por qué no ha vuelto a trabajar en todo este tiempo: “Las televisiones no pagan, quieren que vaya gratis y eso me quita la ilusión”.
Hace un año, coincidiendo con su 85º cumpleaños, El Español publicaba que la cantante estaba viviendo una “dramática situación”. Según el artículo, la intérprete de Pepa Bandera había caído en “la ruina más absoluta” tras perder 70.000 euros en el caso de las preferentes de Bankia, además de que se había visto obligada a deshacerse de sus dos gatos.
Días después de que esa noticia viera la luz, el entorno de la artista desmintió la información. “Ha elegido llevar una vida muy tranquila, tiene una pensión de unos 900 euros y reside en casa de su hija Raquel en un amplio chalet”, dijo a La Razón su amigo Antonio Albella, que aseguró que “tanto su hija como su yerno están muy bien situados económicamente y a Encarnita no le falta de nada”.
Por su parte, el pintor Antonio Montiel declaró al mismo medio que la cantante está feliz en Ávila, tiene a una persona que la cuida las 24 horas y disfruta dando paseos por la urbanización o yendo al bingo. “De ruina, nada”, aseveró.
La hija de Encarnita Polo también rompió su habitual discreción para desmentir la ruina de su madre, señalando que la información estaba cargada de “mala leche, falsas verdades y manipulación”.