Un cirujano plástico de Taiwán ha decidido realizarse una vasectomía para no tener más hijos. Hasta aquí, todo bien, pero el asunto se vuelve surrealista cuando decide ser él mismo el médico que realice la intervención. Aunque ese proceso no es inusual -se realiza actualmente con frecuencia- sí que lo es ese hecho de ser uno mismo quien lo haga. Este ha sido el caso del doctor Cheng, que ante todo deja una conclusión clara: “no intente esto en casa”.
El cirujano lo ha hecho con un carácter educativo. Por esa razón, ha compartido un vídeo en sus redes sociales donde enseña parte del proceso en forma de clase magistral de medicina. Para ello, el doctor se ha recostado en una camilla y se ha aplicado anestesia local, para después incidir en la zona testicular y proceder a la intervención. “Fue una sensación extraña”, afirma tras terminar su propia operación.
Una hora de operación, consciente y con muestras de dolor
La vasectomía es una intervención a la que se someten los hombres para evitar tener más hijos. Para ello, se realiza un corte en los testículos para poder sellar los conductos que transportan el esperma. Según lo que establece el NHS de Reino Unido y como confirman otras entidades de salud, esta operación normalmente dura aproximadamente unos 30 minutos. Sin embargo, en el caso del doctor Cheng, este tiempo se duplicó, algo que es lógico.
A pesar de que en un primer momento todo va sin incidencia alguna, llega un punto en el que la anestesia local parece no ser suficiente. Al poco tiempo de intervención, Cheng se inclinó hacia atrás en muestras evidentes de dolor. No obstante, no le detuvo en su intento, ya que este siguió hasta terminar aquello que empezó: abrió los testículos, cortó los conductos y los selló de forma aparentemente exitosa, según lo que él transmite.
Sin embargo, admite al final que el proceso ha sido algo extraño para él. “Fue una sensación extraña tocar y suturar mi propia uretra”, comenta tras coser la herida y poner fin a su operación de vasectomía. Lejos de los comentarios de su video donde se le catalogaba de valiente o loco, cabe destacar que contaba con todas las medidas de seguridad y con la validación legal.
Supervisado por otro cirujano calificado por si hubiese complicaciones
Aunque en su vídeo no se pueda advertir nadie más que él mismo, el doctor ha querido explicar que se contaba bajo la supervisión de un colega de profesión cualificado. El otro cirujano, apto para estas intervenciones, vigiló en todo momento su autocirugía por si en algún momento requería de ayuda de emergencia.
Sin embargo, la ayuda de su compañero no fue necesaria, al mantener él mismo el control de su operación con un nivel de exigencia y exactitud al alcance de muy pocos en su misma situación. De esa forma, su cirugía fue un éxito, aunque corrió un riesgo que se podía haber evitado al no ser una emergencia que requería de su propia intervención.