El expediente de nacionalidad española es el procedimiento administrativo que deben completar los extranjeros que desean adquirir la nacionalidad española. Este trámite está regulado por la legislación española y permite a los solicitantes formalizar su vínculo jurídico con el Estado, accediendo a los derechos y deberes que conlleva la ciudadanía.
El expediente de nacionalidad puede iniciarse a través de diferentes vías, según las circunstancias personales del interesado. Las principales formas de acceder a la nacionalidad son por opción, residencia, carta de naturaleza y posesión de estado. Cada una de estas opciones responde a situaciones específicas, como tener vínculos familiares con ciudadanos españoles, cumplir requisitos de residencia en el país o acreditar circunstancias excepcionales que justifiquen la solicitud.
El proceso requiere que el interesado presente su solicitud ante las autoridades correspondientes, generalmente el Registro Civil o, más recientemente, por vía telemática. Durante el trámite, se evalúan diversos aspectos, como la legalidad de la residencia, la conducta cívica y el nivel de integración del solicitante en la sociedad española.
Para iniciar un expediente de nacionalidad, es imprescindible aportar documentos que acrediten el cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley. Entre los documentos comunes se incluyen:
- Certificados de residencia y antecedentes penales.
- Documentos que acrediten la identidad y el estado civil del solicitante.
- En el caso de la vía por residencia, pruebas de integración, como el conocimiento del idioma y la cultura española, evaluadas a través de exámenes específicos administrados por el Instituto Cervantes.
Además, dependiendo de la vía elegida, pueden solicitarse otros documentos. Por ejemplo, quienes solicitan la nacionalidad por carta de naturaleza deben acreditar las circunstancias excepcionales que justifican su caso.
¿Qué es el silencio administrativo?
El proceso de solicitud de nacionalidad española puede prolongarse en el tiempo, y una de las situaciones más comunes que enfrentan los solicitantes es la ausencia de respuesta por parte de la Administración en los plazos establecidos. Este fenómeno se conoce como silencio administrativo negativo, y tiene implicaciones importantes para quienes buscan obtener la nacionalidad española.
El silencio administrativo es un mecanismo contemplado en el derecho administrativo que se activa cuando la Administración no responde a una solicitud dentro de los plazos legales. Dependiendo del caso, este silencio puede tener dos resultados: positivo o negativo. En el contexto de la nacionalidad española, el silencio administrativo es negativo. Esto significa que, si transcurre un año sin resolución por parte del Ministerio de Justicia, la solicitud se considera denegada de manera tácita.
Aunque el silencio administrativo negativo indica una denegación presunta, esto no implica automáticamente que el solicitante pierda la posibilidad de obtener la nacionalidad española. De hecho, la falta de respuesta no determina el cumplimiento o incumplimiento de los requisitos legales, como el tiempo de residencia legal, la buena conducta cívica o la superación de exámenes obligatorios (CCSE o DELE). En muchos casos, solicitudes que llevan años pendientes terminan siendo aprobadas una vez que son revisadas.
El retraso en la resolución de los expedientes de nacionalidad es un problema recurrente, agravado por el limitado número de funcionarios encargados y el volumen de solicitudes acumuladas. Además, circunstancias excepcionales como la pandemia de COVID-19 han contribuido a prolongar los tiempos de espera.
Cuando un expediente de nacionalidad lleva más de un año sin respuesta, el solicitante tiene la opción de presentar un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional. Este procedimiento judicial permite que sea un tribunal quien decida si se cumplen los requisitos para conceder la nacionalidad.
El recurso contencioso-administrativo no solo busca obtener una resolución, sino también acelerar el trámite, ya que pone presión sobre el Ministerio de Justicia para que responda al expediente en cuestión. Cabe destacar que, incluso después de iniciado este proceso judicial, la Administración puede conceder la nacionalidad de manera extraprocesal.
La falta de respuesta no debe interpretarse como una denegación definitiva. Si bien el recurso contencioso-administrativo es una herramienta efectiva para quienes desean acelerar el proceso, también es importante cumplir con todos los requisitos establecidos y mantener la paciencia, dado que muchas solicitudes terminan resolviéndose favorablemente incluso después de largos períodos de espera.