Su color naranja es inconfundible. Las bombonas de butano se asentaron hace décadas en el imaginario de la ciudadanía española. Cada día, hogares de todo el país las utilizaban para la cocina, para ducharse con agua caliente y para combatir las bajas temperaturas con estufas de butano.
Sin embargo, su uso ha ido disminuyendo con los años debido a la aparición de nuevas instalaciones eléctricas y de gas natural. Ahora, esto no significa que hayan desaparecido. En la actualidad, en España, seis millones de hogares continúan dependiendo de ellas.
A pesar de la popularidad que un día tuvieron, las bombonas de butano generan sentimientos encontrados. Para algunos, su uso conlleva importantes riesgos como fugas de gas o explosiones. No obstante, hay que subrayar que a día de hoy estas explosiones tienen lugar en muy raras ocasiones.
Qué tiene que pasar para que una bombona de butano explote
La mayoría de las explosiones relacionadas con bombonas de butano se originan por la acumulación de gas en espacios cerrados debido a pequeñas fugas. Uno de los riesgos más graves asociados a este sistema es el fenómeno conocido como BLEVE (Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion).
Este tipo de explosión ocurre cuando un recipiente que contiene un líquido a alta presión se rompe como resultado de un calor extremo, como el generado por un incendio. El aumento de temperatura eleva la presión dentro del cilindro hasta provocar su ruptura. Una vez dañado, el líquido en su interior hierve de forma instantánea, liberando vapor y causando una explosión violenta
Se trata de un fenómeno poco frecuente pero muy destructivo. Por lo que es muy importante realizar un uso adecuado y preventivo de la bombona de butano y cumplir siempre con las normas de seguridad en su uso.
Prevenciones en el uso de las bombonas de butano
Para una utilización segura de las bombonas de butano, es fundamental almacenarlas en áreas bien ventiladas y alejadas de fuentes de calor. Además, se recomienda revisar periódicamente la integridad del cilindro y comprobar su fecha de caducidad. Es importante que las personas en el hogar conozcan las medidas básicas para un manejo seguro, lo que incluye evitar golpes a las bombonas y garantizar que las mangueras y reguladores estén en buen estado.
Asimismo, las bombonas de butano requieren de una especial atención al estado de los tubos flexibles que conectan la bombona con los aparatos a gas. Estas gomas tienen una fecha de caducidad impresa y deben ser reemplazadas antes de expirar, siempre por empresas autorizadas. Es esencial evitar exponerlas a fuentes de calor, forzarlas o utilizarlas para otros fines. En cambio, los reguladores no tienen fecha de caducidad, aunque deben sustituirse si se dañan.
Al cambiar la bombona, cierre la llave del regulador para minimizar escapes y vigile la llama: debe ser azul y estable. Una combustión amarillenta o inestable puede indicar problemas. Si se ausenta por varios días, cierre la llave de paso como precaución. Ante el olor a gas, cierre el suministro, ventile el espacio y evite encender luces o aparatos eléctricos. Si el olor persiste, contacte a una empresa instaladora autorizada.