Durante estos días Ágatha Ruiz de la Prada se ha vuelto la protagonista de todos los titulares por un comentario nada afortunado que realizó durante el programa Fiesta de Emma García. En la emisión, la diseñadora aseguraba que todavía no se había mudado a su nuevo hogar, por lo que continuaba en su antigua residencia. “Aún no estoy instalada, estoy viviendo como las gitanas, aún en mi casa vieja, pero completamente desmantelada, sin nada, ni luces, ni cocina, ni lavabo, ni sofá.”, explicaba.
Ante estas palabras, las redes sociales ardían y también ciertos personajes públicos como Lolita Flores. La cantante arremetía contra ella con un rotundo mensaje: “Qué pena que aún hables así de los gitanos, yo soy gitana y no hablo de que vivo como una paya. Te has pasado 100 pueblos, basta de racismo, hay que gente desgraciadamente que no puede vivir como tú porque no tienen trabajo, gitanos o payos. La verdad te consideraba una mujer íntegra, veo que no, qué decepción”.
Ese hogar al que la empresaria hacía referencia y que ha decidido poner en venta, es un espectacular ático, divido en dos plantas, situado en el corazón del paseo de la Castellana madrileño. Ruiz de la Prada le contaba a la revista ¡Hola! que pedía 7,8 millones de euros por él, pero que creía que estaba “barato”, ya que, según defiende, “es una oportunidad”.
“Una oportunidad” de casi 8 millones de euros
Entrar en esta vivienda es como hacer una inmersión de lleno en el universo de Ágatha Ruiz de la Prada. Este ático de 705 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, combina espacios amplios, decoración única y una explosión de color que refleja su personalidad. Uno de los espacios protagonistas es el salón principal, de más de 100 metros cuadrados, que está dividido en varios ambientes. Entre los elementos más llamativos se encuentra un sofá con respaldo en forma de flor (característica de la diseñadora) y pufs en forma de corazón.
La terraza, con 80 metros cuadrados y vistas a la Castellana, es otro de los puntos clave. Según la diseñadora, es el rincón favorito de los visitantes, ideal para disfrutar al aire libre en pleno centro de la ciudad. Para los amantes de la botánica, el invernadero de 40 metros cuadrados es un espacio peculiar que resalta entre las áreas del hogar. Este espacio, lleno de plantas cuidadosamente seleccionadas, refleja otra de las pasiones de Ruiz de la Prada.
Un comedor testigo de reuniones con figuras ilustres
Tal y como le detallaba a la revista mencionada, por su gran comedor de treinta metros cuadrados, han pasado figuras ilustres. “Como me da pereza comer sola, no paro de invitar en casa”, detallaba la creadora. Por las sillas de esta sala han pasado personalidades como Camilo José Cela, el rey Juan Carlos o “casi todos” los presidentes del Gobierno, “menos Felipe González”.
La cocina, con cerca de 46 metros cuadrados, no sólo impresiona por su tamaño, sino también por su decoración “agathizada”, un término que define el estilo vibrante de la madrileña. Desde aquí, unas escaleras conducen a la segunda planta, donde se encuentra la sala de estar, otro espacio clave.
La planta superior alberga también cuatro coloridos cuartos de baño y dos aseos adicionales, todos decorados con el sello inconfundible de la diseñadora. Cada rincón del hogar respira creatividad, desde las lámparas multicolor hasta las figuras decorativas.