La borrasca Garoé está dejando lluvias en casi toda España. Por ahora, Extremadura y la Andalucía, han sido las dos comunidades autónomas más afectadas. De hecho, la pasada noche, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) llegó a activar en la zona Andévalo y Condado (Huelva) la alerta roja por peligro extremo por lluvias muy fuertes. En algunas localidades de la zona se acumularon más de 120 litros por metro cuadrado en menos de doce horas, aunque la situación ya se ha rebajado en las últimas horas.
Fue el pasado viernes, 17 de enero, en las últimas horas del día, cuando el Servicio Meteorológico Portugués le puso el nombre, el séptimo de la temporada, por ser una borrasca de alto impacto. Su presencia se irán extendiendo por la península y las lluvias que dejará serán abundantes en el suroeste peninsular, sobre todo en zonas de Extremadura y Andalucía, donde ya ha descargado. Las precipitaciones también caerán en forma de nieve, aunque aparecerá solo en alta montaña, “porque los vientos, los llamados vientos ábregos, llegan de latitudes bajas y son cálidos, por eso harán subir las temperaturas”, conforme detalla el portavoz del organismo estatal, Rubén del Campo.
Las nubes se desplazan al oeste
El miércoles, en una jornada similar, persistirá el tiempo lluvioso como consecuencia de los frentes asociados a Garoé. En este caso, las precipitaciones serán abundantes en el oeste y centro de la península, también en el Pirineo aragonés, aún así, donde más lloverá será en Galicia, norte de Extremadura y Andalucía Occidental. Tanto en el área mediterránea como en Baleares se librarán de la lluvia. Por su parte, las temperaturas seguirán subiendo “por encima de lo normal”, conforme detalla la AEMET en su cuenta de X. De hecho, ya apenas habrá heladas y seguirá la cota de nieve muy alta en puntos del Mediterráneo. “Incluso podrán rondar los 23 o 24 grados en ciudades como Málaga o Murcia”, matiza del Campo.
El jueves, aunque todavía se esperan precipitaciones en buena parte del interior del país, serán menos abundantes que en días previos y además irán a menos a lo largo de la jornada. La cota de nieve bajará a lo largo del día, desde zonas muy altas hasta los 1.500 metros, “aunque esta bajada de cota irá coincidiendo con la remisión de las precipitaciones”, matiza el portavoz de la AEMET.
Un fin de semana pasado por agua
El viernes no se esperan “precipitaciones significativas”. De acuerdo a la actual previsión, se prevé un día de transición entre el paso de frentes en la Península y Baleares, con predominio de los cielos poco nubosos en la vertiente mediterránea y Baleares y de los cielos nubosos en el resto. Únicamente en el oeste de Galicia el acercamiento de un frente dejará precipitaciones que tenderán a más a lo largo del día. Será el sábado y el domingo cuando la llegada de nuevas borrascas barran la península de oeste a este con precipitaciones, “más abundantes en el oeste peninsular”, según detallan en sus redes sociales.