En el número 3 del Palacio de la Castellana se levanta el Palacio de Villamejor. Declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2002, es hoy sede del ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que dirige Ángel Víctor Torres. El Palacio, construido entre 1885 y 1893 por Ignacio de Figueroa, marqués de Villamejor, llegó a ser sede de la Presidencia del Gobierno, donde se celebraron multitud de Consejos de Ministros. En 1976, los Consejos se trasladaron al Complejo de la Moncloa, y el inmueble se quedó entonces como destino de varios ministerios. Tras muchas remodelaciones hechas durante todo el siglo XX, el palacio sigue siendo hoy un pozo sin fondo para las arcas públicas.
Desde mediados de 2022, el ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática se ha gastado más de ocho millones de euros en diversas reformas. La última, la que se está licitando actualmente para realizar “obras de pintura de paramentos verticales y horizontales, solados y recuperación de contraventanas interiores” por valor de 1.056.729,34 euros. “El edificio presenta diversos desperfectos en acabados interiores fruto del uso administrativo lo largo de los años, especialmente en las denominadas zonas nobles del edificio principal”, reza el pliego de condiciones.
El objetivo de esta nueva licitación, aún no adjudicada, es mejorar los revestimientos del palacio (paredes, zócalos y rodapiés y techos), reparación y reposición de solados (tarimas, parqués, peldaños o pavimentos de madera de cualquier tipo) y restauración de contraventanas. Incluido el despacho del actual ministro. Una nueva obra que se sumará a la que comenzó en mayo de 2022 y que sigue todavía en vigor. El edificio se encuentra inmerso en un ambicioso proyecto de rehabilitación, restauración y reforma que está costando 7.283.672,5 euros). En diciembre de 2024, la empresa que está realizando las obras pidió una prórroga de cuatro meses hasta el 31 de mayo de 2025.
El ministerio justifica todos estos trabajos porque el palacio presenta numerosas patologías en sus fachadas y cubiertas que se detectaron en el acta negativa de la Inspección Técnica de los Edificios (ITE) del Ayuntamiento de Madrid, “que es preciso subsanar, mediante las correspondientes obras de rehabilitación, y que implican dotar al inmueble de un nuevo sistema de climatización centralizado, que permita eliminar las unidades exteriores de climatización ubicadas actualmente en los balcones y ventanas”.
Estado original del palacio
El objetivo es recuperar el estado original del palacio y poner en valor la construcción inicial, (alterada con modificaciones realizadas a lo largo del siglo pasado), mientras se restaura el conjunto de las fachadas y cerramientos del edificio y espacios exteriores (jardines y accesos), sin alterar su decoración singular de principios del siglo XX, ya que estamos ante un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que no se interviene en los espacios interiores altamente representativos, “para no alterar la traza original y sus características arquitectónicas”. La obras, no obstante, es ambiciosa y requiere de la supervisión de un restaurador especializado diplomado en las Escuelas Superiores de Conservación-Restauración de Bienes Culturales o licenciado en Bellas Artes con especialidad en conservación-restauración de Bienes Culturales.
La planta del Palacio de Villamejor es rectangular y dispone de un patio central interior con tres niveles sobre rasante más ático y semisótano. La edificación se encuentra retranqueada respecto del Paseo de la Castellana, dejando libre una zona ajardinada donde se ubica la escalinata de acceso y el paso de carruajes. A mediados del siglo XX, se adosó a la construcción principal, en su parte oeste, un pabellón de dos plantas para ubicar diversas dependencias (informática, cafetería...) sobre el patio posterior.