Felipe VI, mucho más que un rey: su papel como hijo y refugio de la reina Sofía en sus peores momentos

El monarca visita casi a diario a su madre mientras esta se refugia en el Palacio de la Zarzuela junto a su hermana, la princesa Irene

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El rey Felipe IV y
El rey Felipe IV y la reina Sofía llegan al restaurante "Mía", a 4 de agosto de 2024, en Palma de Mallorca (Raúl Terrel / Europa Press).

La relación entre Felipe VI y su madre, la reina Sofía, es un vínculo sólido que se manifiesta en gestos cotidianos de cercanía y cuidado. Según han informado a Vanitatis fuentes cercanas a la casa real, siempre que su agenda lo permite, el rey dedica tiempo a visitar a su madre en su residencia dentro del Palacio de la Zarzuela. Este hábito, que se ha convertido en una rutina casi diaria, es uno de los pequeños detalles que se han mantenido a lo largo de los años en su agenda real.

El estado de salud de la princesa Irene, hermana de la reina Sofía, lleva varios meses siendo la mayor preocupación de la emérita. Su deterioro gradual, descrito como “una vela que se apaga poco a poco”, ha tenido un impacto emocional en ella, quien comparte con su hermana una relación profundamente estrecha. Irene, quien lleva décadas residiendo en la Zarzuela, ha reducido significativamente su actividad social, y este cambio ha sido motivo de tristeza para Sofía, que busca pasar tanto tiempo como sea posible con ella.

Según afirma Vanitatis, cada encuentro entre Felipe VI y su madre se convierte en un espacio de diálogo, compañía y complicidad. Los fines de semana, cuando el Rey se encuentra en Madrid y tiene tiempo libre, es habitual que ambos acudan juntos a misa en la capilla de la Zarzuela, un gesto que fortalece su lazo maternofilial. Estos momentos de tranquilidad son de los más valorados por la reina Sofía, especialmente después de que su hermana Irene ya no pueda acompañarla como solía hacerlo.

Durante las pasadas Navidades, doña Sofía optó por pasar las fiestas de manera más privada, con visitas constantes de sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Cristina, en particular, se instaló unos días con su madre, acompañada por sus hijos, llenando de vida y barullo la residencia. Mientras tanto, la infanta Elena, que frecuenta Zarzuela varias veces por semana debido a su pasión por la equitación, también dedicó tiempo a su madre.

La Reina Sofía y la
La Reina Sofía y la Princesa Leonor a su salida del Teatro Campoamor tras asistir a la ceremonia de entrega de los 'Premios Princesa de Asturias 2024', a 25 de octubre de 2024, en Oviedo, Asturias (España).. (EUROPA PRESS).

Su conexión con las nuevas generaciones: nietas y abuela

La relación de la reina Sofía con sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, es otro pilar fundamental en su vida. Desde que eran pequeñas, ambas han visitado a su abuela con regularidad. Aunque ahora las circunstancias han cambiado y las obligaciones académicas y reales limitan estas visitas, cada reencuentro es especial. Las jóvenes, cuando están en Madrid, buscan pasar tiempo con su abuela, compartiendo anécdotas y momentos que llenan de alegría a la reina emérita, según apunta el medio.

Estas reuniones familiares contrastan con la dinámica en la residencia del rey Felipe y la reina Letizia. Paloma Rocasolano, madre de Letizia, tiene un papel más presente en la vida diaria de sus nietas y, en el pasado, era común verla en el hogar cuidando de sus nietas durante la ausencia de sus padres. Sin embargo, la reina Sofía prefiere mantenerse en su espacio en la Zarzuela.

Quién es quién en la familia de la reina Letizia: de su madre Paloma Rocasolano a su sobrina Carla Vigo.

Por otro lado, la relación entre doña Letizia y doña Sofía siempre ha estado marcada por altibajos. Durante años, las tensiones entre ambas, alimentadas por las complejidades de la relación del rey con sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, dificultaron el entendimiento. En particular, la postura de la reina Sofía en apoyo a su hija Cristina durante el mediático Caso Nóos, en el que estuvo imputada, fue una de las razones de estos desencuentros.

Sin embargo, el tiempo ha desempeñado un papel pacificador. Letizia y Sofía han logrado establecer una relación más armónica, respetando sus roles dentro de la familia real. Doña Sofía, siempre protocolaria y consciente de su lugar, ha sabido mantener el equilibrio, mostrando respeto hacia su nuera y evitando el conflicto.

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