El truco para suavizar las toallas y que vuelvan a estar esponjosas: sólo tienes que añadir este ingrediente a la lavadora

No hay mejor sensación que salir de la ducha y envolverse en una toalla esponjosa y suave. Sin embargo, con el uso y los lavados frecuentes, es común que vaya perdiendo esa textura cómoda y comiencen a estar más ásperas al tacto. A pesar de que creamos que es un problema irreversible, gracias al truco que la experta de Clotheslyne, Olivia, ha compartido con el diario británico Express. Es tan sencillo como agregar jugo de limón al ciclo de lavado.

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Las toallas adoptan esa rugosidad debido a una acumulación de detergente o suavizante en las fibras. Aunque parezca contradictorio, el uso excesivo de suavizante puede ser perjudicial, ya que crea una capa que impide que las telas respiren, haciéndolas menos absorbentes y más ásperas.

El secreto está en el ácido cítrico. Este compuesto natural ayuda a descomponer los residuos acumulados de detergente. Asimismo, tiene otros beneficios, entre los que destacan:

• Elimina los malos olores: su naturaleza ácida neutraliza los olores atrapados en las fibras, dejando las toallas con un aroma fresco y natural.
• Aumenta la absorción: al acabar con los residuos que obstruyen las fibras, las toallas recuperan su capacidad de absorber agua de manera más eficiente.
• Es ecológico: a diferencia de los suavizantes químicos, es una alternativa natural y sostenible, respetuosa con el medio ambiente.
• Funciona como blanqueador natural: su propiedad aclarante ayuda a mantener las toallas blancas y brillantes, sin necesidad de productos agresivos.
• Previene acumulaciones futuras: su uso regular evita que los residuos y minerales vuelvan a acumularse, prolongando la suavidad y el buen estado de las toallas.

Para llevar a cabo este truco los pasos a seguir con sencillos:

1. Preparar las toallas para el lavado: colócalas en un ciclo de lavado normal. Evita añadir suavizante de telas, ya que este puede empeorar la acumulación de residuos. Además, no sobrecargues la lavadora para garantizar que las toallas se laven correctamente.
2. Ciclo de enjuague con jugo de limón: una vez terminado el ciclo de lavado, programa un ciclo de enjuague adicional. En este paso, agrega aproximadamente 60 ml de jugo de limón al cajón del detergente antes de iniciar el enjuague. Esto permitirá que el ácido cítrico actúe sobre las fibras.
3. Secado adecuado: para mantener su esponjosidad, el secado es clave. Si utilizas la secadora, selecciona una temperatura baja y considera el uso de bolas de secado para evitar que las fibras se apelmacen. Si prefieres secarlas al aire libre, una suave brisa ayudará a esponjar las fibras. Sin embargo, evita exponerlas al sol durante más de un día, ya que esto puede endurecerlas nuevamente.

El zumo de limón no sólo nos ayudará con las toallas, también puede servir con la ropa de cama u otras prendas que hayan perdido su suavidad. Además, este enfoque es una solución natural y ecológica que evita el uso de químicos agresivos, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan alternativas sostenibles en el cuidado de la ropa.