El Gobierno ha mostrado “preocupación” por la filtración de la declaración de la actriz Elisa Mouliaá contra el exportavoz de Sumar Íñigo Errejón por agresión sexual al ser una cuestión “tan sensible” e “íntima”. Asimismo, la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha señalado que, “como mujer”, el interrogatorio del juez Adolfo Carretero le “ha dolido mucho”: “No hay que cuestionar a las víctimas”.
La filtración de las declaraciones a los medios de Mouliaá y Errejón, realizada la semana pasada, ha puesto de manifiesto el doble rasero empleado por el titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid. “¿No será que usted quería algo con ese señor, y al no corresponderle ese señor por eso ahora le denuncia, porque ese señor se ha reído de usted?”, fue una de las preguntadas realizadas a la actriz, en las que puso en cuestión el relato de la presunta víctima. Esta actitud contrastó con la expresada durante la declaración de Errejón, con la que mostró mayor sintonía y cercanía.
Tanto Pilar Alegría como el ministro de Justicia, Félix Bolaños, han sido cuestionados por este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Este último ha considerado además que este caso evidencia que era necesario reformar la ley para que los casos de violencia sexual sean abordados en secciones especializadas. “Es imprescindible que estos juicios de agresiones sexuales se conozcan por secciones especializadas, que es precisamente lo que acabamos de aprobar en la Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia”, ha aseverado Bolaños.
El Gobierno llama a evitar interrogatorios como el de Mouliaá
Al hilo de estas palabras, el ministro ha recordado que será en septiembre “cuando sea una realidad que haya jueces con un nivel de especialización máxima, para que no podamos ver declaraciones interrogatorias como la que vimos ayer”, y ante las que “ha habido mucha gente que se ha sentido abochornada”. Asimismo, Bolaños ha subrayado su “preocupación” por el hecho de que declaraciones de este tipo se filtren y sean “de conocimiento general”. Esta práctica –ha denunciado– se produce con frecuencia a pesar de tratarse de cuestiones “sensibles y muy íntimas”.
Con todo, ha tildado de “imprescindible que este tipo de casos de agresiones sexuales se conozcan en secciones especializadas, para que los jueces y magistrados que los conozcan tengan un conocimiento profundo de estas cuestiones, sepan cómo tratar y cómo encarar este tipo de declaraciones y, además, también se les pueda formar con mayor especialización”.
Alegría se ha sumado a recalcar su preocupación por “esa facilidad y esa normalidad” en las filtraciones. La ministra portavoz ha asegurado que las imágenes le han “dolido mucho, profundamente”. ”Lo que se debe es valorar las pruebas y sobre todo no cuestionar a las víctimas. Y por eso le tengo que decir que como mujer me he sentido muy dolida”, ha agregado. “Lo que se debe es valorar las pruebas y sobre todo no cuestionar a las víctimas. Y por eso le tengo que decir que como mujer me he sentido muy dolida”, ha dicho, añadiendo que cree que este sentimiento lo comparten muchas mujeres”, ha rematado.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ya criticó este lunes las preguntas del juez a Elisa Mouliaá al considerar que “este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres”. “Este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia y de la protección. La LOGILS (Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual) pone el consentimiento en el centro y ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas. El juez debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima”, afirmó en su cuenta de X.