Cómo pueden afectar a España las medidas anunciadas por Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto este lunes a la Casa Blanca. Lo ha hecho como presidente número 47 del país, en una ceremonia de investidura celebrada en el interior del Capitolio por el frío que acompañaba al día. Y lo cierto es que su regreso ha llegado acompañado de lo que más le gusta: las polémicas.

Desde que el pasado 5 de noviembre fuera elegido en las elecciones presidenciales, el nuevo mandatario no ha hecho otra cosa que proponer nuevas medidas con las que contrariar la estrategia del anterior gabinete de Joe Biden. Una de ellas, una nueva política arancelaria más dura. Y es que durante su campaña el presidente ya propuso un arancel del 10% a los productos europeos.

Una medida que podría ser especialmente perjudicial para las exportaciones españolas, ya que EEUU fue el primer mercado de destino para los alimentos y bebidas españoles fuera de Europa y el séptimo socio comercial, con exportaciones valoradas en casi 3.000 millones de euros entre enero y octubre de 2024, según los últimos datos de comercio exterior.

Sin embargo, según el estudio La relación comercial España-EEUU ante el posible aumento de aranceles elaborado por el BBVA Research, este impacto sería “limitado”, teniendo en cuenta que, realmente, las exportaciones de bienes a EEUU representaron un 1,3% del PIB en 2023 (inferior al 2,9% de la UE27) y el 5% del total de las ventas de bienes realizadas al exterior.

El informe también advierte de que existen regiones, sectores y empresas “que pueden verse particularmente afectadas”, como los bienes de equipo (los activos productivos de la industria manufacturera), las semimanufacturas o la alimentación, especialmente sobre las ventas de aceite de oliva. Por regiones, la Comunidad Valenciana, Andalucía y País Vasco son las más expuestas a EEUU, ya que destinan entre el 8% y el 9% de sus exportaciones a dicho país.

En este contexto “de mayor tensión comercial”, la Cámara de Comercio española ha explicado que las empresas exportadoras se han ido preparando a través de la negociación con socios comerciales, explorando la creación de inventarios estratégicos en EEUU o usando tratados de libre comercio con otras regiones como alternativa para reducir la dependencia de mercados sujetos a cierta inestabilidad e incertidumbre. No obstante, habrá que esperar a ver si las amenazas de aplicar aranceles se materializan o si se trata únicamente de una posición de partida para iniciar una negociación de carácter comercial con los países afectados.

Como se puede leer en el documento de prioridades de la Casa Blanca, Trump “se retirará el del acuerdo climático de París”. Un acuerdo del que ya salió durante su anterior mandato (de 2017 a 2021), despreciando la lucha internacional contra el cambio climático, que el político pone en duda constantemente.

El Acuerdo de París, suscrito en 2015 en la capital francesa bajo el auspicio de la ONU, establece como meta limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a un rango de entre 1,5 y 2 grados respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, el año pasado se alcanzó ya un calentamiento de 1,5 grados. Si uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero y principal responsable histórico del cambio climático decide desvincularse de este esfuerzo, las posibilidades de cumplir los objetivos del acuerdo se reducirán aún más.

Asimismo, su influencia podría fortalecer a los movimientos de extrema derecha a nivel global y fomentará la falta de compromiso frente a la crisis climática, tanto en Estados Unidos como en otros países.

Sin embargo, como ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, “Europa, junto con otros socios, tiene ahora la responsabilidad y la oportunidad de dar un paso adelante y liderar. Al impulsar una transición justa y equilibrada, puede demostrar que una acción climática ambiciosa protege a las personas, fortalece las economías y genera resiliencia”. Por lo que España podría establecerse como una referencia clave en el ámbito de las energías renovables en Europa.

El pasado mes de diciembre, Trump amenazó en una entrevista con retirar a EEUU de la OTAN si el resto de aliados no gastaban más en defensa. Su enfoque podría traducirse en una reducción de la presencia militar de Estados Unidos en Europa, incrementando la exposición del continente a posibles amenazas globales. Esto obligaría a España y a sus aliados europeos a asumir un papel más destacado en materia de defensa y seguridad, lo que a su vez ejercerá presión sobre los gobiernos para que incrementen sus presupuestos destinados a este ámbito.

Por otro lado, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría alterar el equilibrio en el Magreb, fortaleciendo la posición de Marruecos y aumentando su presión para conseguir más apoyos a su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Según los expertos, Trump podría reactivar la apertura de un consulado estadounidense en Dajla, lo que incentivaría a Rabat a exigir gestos similares a España, como la extensión del Instituto Cervantes en la región. Este respaldo, sin embargo, también podría desencadenar tensiones migratorias si Marruecos considera insuficientes las concesiones españolas.

En el ámbito regional, un Marruecos respaldado por Trump podría intensificar la rivalidad con Argelia, que ya se encuentra en una posición debilitada frente al avance diplomático marroquí en África y su colaboración con Israel en el marco de los Acuerdos de Abraham, como explica la profesora de Relaciones Internacionales de la UCM, Laurence Thieux. Aunque un enfrentamiento directo entre ambos países parece poco probable, los expertos advierten sobre el riesgo de una escalada que afectaría la estabilidad del Magreb, con posibles repercusiones para España.

La diplomacia marroquí, conocida por su astucia, podría aprovechar este nuevo contexto para reforzar su agenda. Sin embargo, deberá medir sus acciones para evitar perjudicar la relación con España o provocar una reacción desproporcionada por parte de Argelia. Mientras tanto, la continuidad de Naser Burita al frente del Ministerio de Exteriores de Marruecos asegura una estrategia alineada con los avances logrados durante el anterior mandato de Trump.