La propuesta del Ministerio de Sanidad para reformar el Estatuto Marco de los trabajadores sanitarios ha generado una fuerte oposición por parte de los sindicatos. El borrador presentado por la ministra de Sanidad, Mónica García, incluye medidas que buscan modificar las condiciones laborales del personal sanitario, entre las que destaca la recuperación del complemento de exclusividad. Sin embargo, esta medida viene acompañada de una restricción que ha encendido el debate: los empleados que ocupen cargos de gestión y dirección en la sanidad pública no podrán trabajar en el sector privado.
El anuncio, realizado el pasado miércoles, tiene como objetivo evitar posibles conflictos de interés y garantizar la dedicación exclusiva de los altos cargos al Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, propone que los médicos recién egresados del MIR deban comprometerse a trabajar exclusivamente en el sector público durante los primeros cinco años de su contrato. Las medidas presentadas han recibido el rechazo frontal de varios sindicatos, principalmente en lo que a la exclusividad se refiere.
Este lunes, Metges de Catalunya (MC), la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) y el Sindicato Médico de Euskadi (SME), mayoritarios en sus respectivas comunidades autónomas, han considerado que el Estatuto Maro “ha llegado a su fin” y piden para el colectivo médico un convenio propio. “Carece de toda lógica que las especificidades de la profesión, determinantes para el funcionamiento del sistema, se negocien y regulen en un marco global, a menudo hostil para los facultativos. Sanidad debe asumir que el camino es otro si quiere asegurar el liderazgo, la calidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, han expresado las tres organizaciones en un comunicado conjunto.
Un Estatuto Marco “contraproducente”
Las organizaciones han valorado que el borrador del Estatuto Marco hace “caso omiso” a las demandas que los sindicatos trasladaron al Ministerio el pasado mes de junio, cuando se paralizaron las negociaciones ante el inicio del verano. Consideran que Sanidad ha optado “por la imposición, la prohibición y las restricciones con el objetivo de tener maniatados a los profesionales”.
La reclasificación profesional sin aumento de salarios les parece “un ejercicio de trilerismo”, y la promesa de las guardias de 17 horas “sumamente dificultosa” de aplicar. Asimismo, entienden que exigir exclusividad a los jefes de servicio “puede resultar contraproducente”, pues “obliga a elegir” entre la sanidad privada y la pública. “Teniendo en cuenta la infradotación de recursos del SNS, que conduce en muchos casos a la precariedad, la presión asistencial y el agotamiento, no serán pocos los facultativos que se plantearán el ejercicio en el ámbito privado”, valoran los tres sindicatos.
CSIF pide que la exclusividad esté “bien retribuida”
Frente al reconocimiento de la “singularidad médica” que exigen desde Madrid, Cataluña y Euskadi, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha propuesto que la exclusividad laboral vaya acompañada de una remuneración acorde. Critican que el Ministerio de Sanidad quiera imponerla “a cose cero”.
“Las incompatibilidades tienen que estar bien remuneradas y en este texto que nos han presentado no lo están. No simplemente se quiere una exclusividad para los jefes de servicio, sino también por la permanencia cinco años de los que entren en el sistema sin poder trabajar en la privada”, ha detallado el presidente del sector nacional de Sanidad de CSIF, Fernando Hontangas, durante una rueda de prensa celebrada este lunes en Madrid.
A pesar de las críticas, CSIF se mostró dispuesto a continuar las negociaciones con el Ministerio de Sanidad. Hontangas insistió en que el proceso debe llevarse a cabo sin prisas, dado que el borrador del Estatuto Marco incluye muchas novedades que requieren un análisis detallado.