Un vasco se va de Erasmus con andaluces y opina sobre las diferencias culturales: “Si esto sigue así, me voy a ir a mi casa”

El joven ha publicado un vídeo en TikTok que ya se ha vuelto viral y ha reavivado el debate sobre las diferencias entre ambas comunidades autónomas

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Julen, el joven vasco en
Julen, el joven vasco en Italia que habla sobre las diferencias entre vascos y andaluces. (@unaanuue/TikTok)

Las diferencias entre el norte y el sur de un país pueden ser inmensas. En algunos casos, en ambos territorios se habla el mismo país y se comparte, aunque cada territorio tenga sus particularidades, una misma cultura. Sin embargo, esto no evita que haya roces o que incluso exista un ‘pique’ real entre ambas zonas, algo que se puede ver en zonas como Italia, donde las diferencias económicas son extremadamente pronunciadas y pueden ser motivo incluso de ciertas enemistades.

Precisamente a Italia es a donde se marchó Julen, un joven español. Al margen de si este pudo o no comprobar ese choque cultural entre las regiones del país alpino, el mayor choque cultural que experimentó fue otro distinto. Julen venía del País Vasco, y en cuanto lo metieron en el grupo de WhatsApp del Erasmus, se dio cuenta de que la mayoría de los estudiantes que irían a su misma ciudad provenían de Andalucía. Un hecho sobre el que ha querido hablar en su cuenta de TikTok, en un vídeo que ya roza las 700.000 visualizaciones.

“Me vi dos monólogos de Dani Rovira”

“Me puse un poco nervioso”, cuenta Julen al recordar el momento en el que descubrió la procedencia de sus compañeros. “Aparte de que yo no conocía a nadie fuera del País Vasco, yo sabía que había un choque cultural en cuanto a los vascos y los andaluces”. Unas diferencias que ya han sido llevadas, incluso, a la gran pantalla, en el gran éxito en taquilla que fue Ocho Apellidos Vascos, una película que explotaba el contraste entre los tópicos de ambas comunidades. “Yo tenía mis prejuicios acerca de ellos”, continúa, “pero dije ‘bueno, vamos a tomárnoslo con calma’: me vi dos monólogos de Dani Rovira antes de ir y dije ‘venga, va, apañaos’”.

Sin embargo, ese entrenamiento con el cómico y actor malagueño no le sirvió para la primera situación a la que tuvo que enfrentarse. “Fuimos a casa de unas chicas”, empieza contando. “Se sentaron todos en sillas y yo no tenía sitio para sentarme”. Julen decidió, entonces, quedarse de pie en la puerta con los brazos cruzados. “Me vino un sevillano y me dijo, tal cual, ‘¡quillo! ¿Que eres el segurata de la casa?”. Cuenta el joven que, en ese momento, quedó “completamente indefenso”. “Osea, nadie me ha llamado quillo en mi vida, ¿y si soy el segurata? Pues yo que sé, es que no entendí el comentario”, se excusa.

Explica Julen que, además, los andaluces se pasaron toda la noche “dando palmas, cantando flamencos, y yo me quedé en plan: ‘hostia, si esto sigue así, yo me voy a ir a mi casa’”. Tal fue su disgusto que incluso estuvo cerca de llamar a sus padres para contarles que se quería “pirar” de allí.

Un final feliz

A pesar de este mal inicio, lo cierto es que el Erasmus acabó siendo una buena experiencia. “Por suerte, pasaron unos días, yo fui entendiéndoles y ellos también fueron entendiéndome a mí y las diferencias que teníamos”. Tal fue ese grado de entendimiento que la estancia en el extranjero acabó convirtiéndose en “una gozada”. “Somos totalmente distintos”, reconoce Julen. “No creo que haya un choque más grande que un vasco y un andaluz”. Para él, los vascos son tranquilitos, “más fríos”, mientras que “ellos son una bomba”. Eso sí, teniendo en cuenta que “hay diferentes personalidades en cada sitio”. Lo importante, con todo, fue que al final se quedó con una “muy buena relación con muchos de ellos”. “Puedo decir que un vasco y un andaluz pueden llevarse bien”, concluye.

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