Un agricultor quita el dique de un castor que inundaba su terreno y es procesado por la Justicia: “Me vieron eliminando ramas”

El agricultor denuncia que son los de su gremio los que mayor hacen por proteger la biodiversidad y pide “utilizar el sentido común”

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Castor. (Christopher Anderson)
Castor. (Christopher Anderson)

Un agricultor de Saona y Loira (este de Francia) ha sido denunciado por la Oficina Francesa de Biodiversidad (OFB) tras haber derribado un dique de castores que fue construido cerca de uno de los arroyos que pasaban cerca de sus campos. No obstante, la construcción de este animal, protegido en Francia, provoco que uno de estos campos del hombre se inundara.

Cuando el agricultor, Frédéric Brochot, se percató de la presa construida por un castor, quitó las ramas para dejar que el agua fluya hacia el lecho del arroyo. “Quité las ramas que obstruían un arroyo, lo que provocaba la inundación de una de mis propiedades”, ha explicado al medio francés Autun Infos.

La especie semiacuática está protegida en el país galo desde 1968. Está estrictamente prohibido destruir, alterar o degradar su hábitat. En caso de incumplimiento, las sanciones pueden llegar a los 3 años de prisión y una multa de 150.000 euros.

Fue en la primavera del año pasado cuando la OFB presentó la denuncia contra Frédéric por “destrucción del hábitat de una especia protegida”. No obstante, no fue hasta el martes 7 de enero cuando el Fiscal Delegado informó al agricultor de las posibles consecuencias.

Agentes de la Oficina Francesa de Biodiversidad (OFB) tomaron nota de este hecho. “Me denunciaron y los agentes de la OFB hicieron un informe. Me vieron quitar las ramas, lo que nunca discutí porque todavía hay que ver las cosas con claridad para entenderlas”, ha comentado Brochot.

Había preparado un expediente para la justicia, acompañado de fotografías. De este modo, el fiscal pudo medir bien las cosas. Vio claramente las consecuencias de las represas en mi granja. Es una victoria, debe servir de ejemplo y sentar un precedente”, ha afirmado Brochot.

Una advertencia sin condena

Frédéric Brochot está satisfecho. El agricultor solamente recibió una advertencia penal de prueba, que consiste en un recordatorio de sus obligaciones. Es decir, en caso de volver a delinquir en un periodo de dos años, el resultado sería reexaminado, con riesgo de repercusión penal. Recordemos que el riesgo de perjudicar el hábitat de los castores es de 3 años de cárcel y una multa de 150.000 euros.

Para el agricultor, “la justicia ha evaluado la delgadez del caso”. ¿De qué se trata? “Es un pequeño arroyo que desemboca en el río Ternin”, a 150 metros de donde se encontraban las propiedades de Frédéric. Y en verano “este arroyo está completamente seco”, ha comentado Brochot.

A pesar de la poca distancia que hay entre la presa del castor y el río, el agricultor quitó las ramas de un área de 10 hectáreas. “Al hacer esto, también protegí el área comercial de Belleveu de las inundaciones”, ha añadido Frédéric.

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Enfado con la OFB

“Lo que quiero es que los agentes del OFB vengan a discutir y que venga a ver. Me dijeron que encontrarían una solución, pero al final no me dieron ninguna”, ha continuado el agricultor. “Solo digo que quitando las ramas del arroyo, hay que convencer al castor de que se adentre 150 metros más en el Ternin. Es sentido común, pero los agentes de la OFB están encerrados en su ideología”, ha recalcado Frédéric.

Nosotros, los criadores, los agricultores, hacemos mucho por la biodiversidad. Más allá de la ideología, debe prevalecer el sentido común. La administración debe utilizar el sentido común”, ha señalado Brochot.

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