El PSOE afronta desde este fin de semana hasta finales de marzo el proceso para afianzar o revalidar los liderazgos en las diferentes federaciones. Después de perder el control territorial en las elecciones autonómicas y municipales de 2023, Pedro Sánchez lanzó al partido a dar la batalla para recuperar peso político en los procesos electorales locales y autonómicos previstos para 2026 y 2027.
En esta nueva etapa, el sello de Moncloa será mucho más evidente ante la previsión de que cinco ministros asuman el mando en sus respectivas federaciones, además del blindaje al presidente del Gobierno como secretario general, que se consumó en el Congreso Federal celebrado el pasado mes de noviembre. En aquel evento, en Sevilla, Sánchez miró hacia 2027 con optimismo y fijó la prioridad de volver a ganar poder territorial en las elecciones autonómicas y municipales: “Los gobiernos (locales y autonómicos) negacionistas durarán lo que dure esta legislatura”, esgrimió.
En esa carrera, habrá dos figuras que, aunque no son del agrado de Ferraz, seguirán al frente de sus federaciones, erigiéndose como los dos principales versos sueltos de la dirección federal. Se trata de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, y Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz, que serán reelegidos este fin de semana al frente del PSOE de Castilla-La Mancha y de Extremadura, respectivamente.
Pedro Sánchez ya arropó este viernes en Avilés al presidente de Asturias, Adrián Barbón, que volverá a ser proclamado secretario general de la FSA-PSOE por tercera vez consecutiva. Además, el líder del Ejecutivo asistirá este sábado al congreso de los socialistas castellanomanchegos junto al presidente autonómico y el domingo hará lo propio en Plasencia, donde clausurará el cónclave de los socialistas extremeños junto al presidente de la Diputación de Badajoz.
El secretario general del PSOE participará en todos los congresos regionales siempre que la agenda institucional se lo permita, pero a nadie se le escapa que las visitas a Toledo y Plasencia para aclamar a Page y Gallardo no pasarán desapercibidas. Ambos destacan entre los principales rostros que alzaron la voz contra la financiación singular para Cataluña, además de contra otros pactos sellados con los partidos independentistas y nacionalistas de Cataluña y el País Vasco, y los dos se mantienen al frente de sus organizaciones territoriales.
El Congreso Federal del partido sirvió para resolver la guerra de la financiación autonómica gracias a un acuerdo en el que todos los barones quedaron satisfechos. El nuevo texto consensuado establece que el nuevo modelo se aprobará “de manera multilateral” en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, “sin perjuicio” de la “relación bilateral” con cada comunidad y orientado hacia un modelo “federal”.
Con el ánimo de profundizar en el documento acordado en noviembre, el PSOE castellanomanchego centrará su cónclave en la financiación autonómica. En este sentido, el secretario de Organización del PSOE regional, Sergio Gutiérrez, calentó motores al asegurar que los socialistas de Castilla-La Mancha van a plantear un modelo de financiación autonómica que “dé más recursos para el Estado del Bienestar, sin ordinalidad y sin privilegios y que trate a todas las comunidades autónomas con igualdad”, en la línea de lo defendido por Page frente a Sánchez.
Page, sin alternativa; Gallardo, ganador frente a Ferraz
Page, que preside la Junta de Castilla-La Mancha desde 2015, será reelegido ante la ausencia de una alternativa (su mayoría absoluta desactiva cualquier atisbo de poner otras opciones sobre la mesa), mientras que el segundo lo será tras imponerse por segunda vez en unas primarias. En este proceso, el líder extremeño libró una batalla sin cuartel contra Esther Gutiérrez, “la candidata de Ferraz”. La representante socialista llegó a asegurar en una entrevista que Gallardo “es el candidato de Guardiola” y que “al PP le salen las cuentas si él gana”.
En todo caso, fuentes de la dirección de esta federación defienden que el “respaldo de Ferraz es claro, nunca ha habido dudas en ese sentido, y menos,tras el Congreso Federal de Sevilla y cómo se desarrolló”, añaden estas voces a Infobae España. Asimismo, de cara a zanjar la crisis interna, el equipo de Gallardo cree que del congreso regional saldrá “un PSOE de Extremadura más fuerte, unido y cohesionado”.
Con su elección, Gallardo sale fortalecido a pesar de su imputación en la causa abierta por las supuestas irregularidades en la contratación del hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez. Para el secretario autonómico, este caso “se ha ido diluyendo como un azucarillo”, tal como resumió en una entrevista en el programa Más de Uno de Onda Cero.
En esa conversación radiofónica, el líder extremeño trató además de quitarse el sambenito: “No me siento ningún díscolo, me siento un secretario general que defiende a su tierra desde el territorio”. Y tampoco dejó pasar la oportunidad para reiterar su rechazo a una financiación singular para Cataluña, al asegurar que apuesta “por las singularidades, nunca por una singularidad concreta, porque eso no es redistribución de la riqueza”.
Luis Tudanca (Castilla y León), Juan Lobato (Madrid) o Javier Lambán (Aragón), que también plantaron cara a Ferraz, se encuentran ya en el dique seco. Aunque por diferentes razones, estas figuras no serán una piedra en el camino de cara a la nueva etapa para reactivar el partido. El primero se apartó, justificando el paso como “un volantazo para evitar el choque”, tras enfrentarse a la dirección federal meses antes. En el caso de Lobato, se vio obligado a claudicar como secretario general del PSOE de Madrid al verse totalmente solo en el partido por la polémica del email de la pareja de Ayuso. Y el expresidente aragonés, que atraviesa una enfermedad, anunció su retirada cuando perdió en las pasadas elecciones autonómicas.
Estas salidas han despejado el camino para que Ferraz gane terreno, además de dar rienda suelta a la estrategia de impulsar a ministros para ser candidatos en sus territorios. A la espera de que se resuelvan los procesos internos que aúpen a María Jesús Montero y Pilar Alegría al frente de las federaciones de Andalucía y Aragón, respectivamente, los ministros Óscar López, Diana Morant y Ángel Víctor Torres ya asumen esta tarea en Madrid, la Comunidad Valencia y Canarias.