No des tu DNI a cualquiera. Es la moraleja que se extrae de la operación anunciada este viernes por la Policía Nacional, que ha desarticulado una trama que robaba los datos de los documentos de identidad de sus víctimas para contratar créditos bancarios, todo con el fin de adquirir coches y motos de lujo que posteriormente vendían de forma ilegal.
La operación lleva el nombre de Bujía, se ha saldado con la detención de 15 personas y el bloqueo de 61 cuentas bancarias abiertas por el entramado con los datos robados a las víctimas. Los estafadores accedían a esta información a través de una empresa que gestionaba alquileres, según ha detallado Francisco González, jefe de la Sección de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.
La trama seleccionaba a sus víctimas, de estatus económico medio-alto, y falsificaba su documentación, cambiando la foto y manteniendo los datos originales, así como el contenido de las nóminas que percibían, ya que también tenían acceso a sus cuentas bancarias.
El beneficio económico del entramado, que se eleva hasta los 1,4 millones de euros, procedía del tráfico ilegal de vehículos de alta gama. Y es que los responsables contrataban créditos bancarios con los datos robados a las víctimas para, posteriormente, adquirir los vehículos y venderlos en el extranjero a través de empresas interpuestas y, finalmente, a ciudadanos ajenos a la trama. Gracias a las pesquisas y otras gestiones de investigación, la Policía consiguió recuperar seis vehículos en España, cuatro en Francia, uno en Argelia, uno en Países Bajos y otro en Portugal, países donde los investigados vendían los turismos y motocicletas.
Las víctimas, en la lista de morosos
La apertura de los créditos a nombre de terceras personas ha ocasionado grandes perjuicios para las víctimas, que pasaban a formar parte de las listas de morosos, lo que les dificultaba la realización de cualquier posible negocio jurídico.
Durante el desarrollo de la investigación, los agentes descubrieron una nave situada en un polígono de la localidad madrileña de San Fernando de Henares, donde la organización llevaba a cabo la mayor parte de su actividad, por lo que se desarrollaron múltiples dispositivos de vigilancia en su entorno y en el de los investigados.
Del mismo modo, los investigadores consiguieron averiguar uno de los posibles puntos de interés relacionado con la investigación, el lugar en el que se habría producido la filtración de la mayoría de los datos personales y de identidad de las víctimas identificadas hasta el momento. Se trataba de una empresa de gestión de alquileres. Los documentos de identidad de algunos de sus clientes fueron a parar a la organización criminal, que los modificó para su cometido.
Durante la fase de la explotación de la investigación, la Policía Nacional ha detenido a 15 personas, entre las que se encuentran los principales responsables de la organización. A ellos les han intervenido cuatro vehículos- tres de ellos de alta gama-, tres motocicletas de gran cilindrada, o dos motores de vehículo que figuraban como robados.