El PSOE quiere adelantar la reunión entre Sánchez y Puigdemont para evitar el “colapso” de la legislatura tras el veto a la cuestión de confianza

Fuentes socialistas confirman que este “gesto público” forma parte de las negociaciones con el partido posconvergente para impedir la ruptura total en el Congreso

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El expresidente de la Generalitat
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont durante un acto de celebración de Junts. (Glòria Sánchez/Europa Press)

El Gobierno quiere impedir que la legislatura “colapse”, es decir, que Carles Puigdemont cumpla con su amenaza si el PSOE y Sumar no tramitan en el Congreso su iniciativa para instar a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Por ello, en las negociaciones con los independentistas sobre esta propuesta, que el Ejecutivo rechaza de plano, el PSOE ha planteado adelantar la reunión entre el presidente del Gobierno y el líder de Junts, huido de la Justicia, para impedir la ruptura total con los independentistas.

Fuentes parlamentarias del PSOE confirman a Infobae España que los socialistas han planteado adelantar el encuentro que Sánchez tiene previsto tener con Puigdemont. A finales del año pasado, el presidente del Gobierno ya se mostró dispuesto a reunirse con el líder de Junts antes de que se le aplique la amnistía, lo que supuso un paso más en su discurso de normalizar las relaciones con el partido independentista.

Hasta ahora, el Gobierno no había precisado el momento, ni si esta posibilidad se daría en el corto plazo, pero los socialistas ofrecen esta solución como medida para seducir a Junts a cambio de no aceptar tramitar la cuestión de confianza. “Claramente, sí”, afirman fuentes parlamentarias del grupo socialista para confirmar que esta opción forma parte de las negociaciones con Junts. Voces del partido independentista aseguran que, en cualquier caso, no retirarán su propuesta e insisten en la exigencia de que sea tramitada en el Congreso.

En la línea del compromiso esgrimido este martes por la ministra portavoz, Pilar Alegría, desde la sala de prensa de Moncloa, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que además es uno de los interlocutores con Junts, reiteró este miércoles la predisposición de los socialistas con el partido de Puigdemont. “Somos un Gobierno que cumplimos los acuerdos a los que llegamos y, por tanto, nuestra seña de identidad es el diálogo, las conversaciones, los acuerdos y buscar puntos de equilibrio con fuerzas políticas distintas a las nuestras”, defendió.

Los socialistas tienen “una posición muy determinada” ante la cuestión de confianza, es decir, no la aceptarán este jueves en la Mesa del Congreso, con mayoría de los partidos que sostienen el Ejecutivo y presidida por la socialista Francina Armengol. Además de que esta es una prerrogativa asignada por la Constitución al líder del Ejecutivo, fuentes gubernamentales argumentan la dificultad para aceptar tramitar una iniciativa así.

Cabe subrayar que la medida se trata de una proposición no de ley sin efectos jurídicos y que no obliga al Gobierno a cumplirla. Esto es, la propuesta del partido independentista habla de exigir al presidente del Gobierno que acepte someterse a una cuestión de confianza, algo que el propio Sánchez ya ha rechazado en varias ocasiones. Si bien, en Moncloa defienden que el mero hecho de admitir que se dé en el Congreso un debate de este calado pondría al Gobierno “en una situación paradójica”.

Fuentes socialistas del Ejecutivo recalcan que “la oposición tiene otros instrumentos mucho más fuertes que la cuestión de confianza” para censurar al Ejecutivo, como es el caso de la moción de censura. En este punto, consciente de que la formación de Puigdemont –al menos por ahora– no tiene alicientes para tumbar a Sánchez de la mano del PP, más allá de la pinza entre ambos para sacar adelante sus medidas de carácter conservador, el Gobierno desafía a los independentistas a sumarse a una moción de censura liderada por el PP.

Frente a este hito, Moncloa ha hecho en las últimas horas control de daños, asumiendo que, entre las consecuencias de esa decisión, está la posible negativa de la formación de Carles Puigdemont a negociar los Presupuestos. De hecho, la parte socialista comienza a dar pasos para llevar su discurso por otros derroteros sobre este asunto, es decir, reducir la importancia de sacar adelante unas nuevas cuentas públicas, algo que, a ojos del Parlamento, no se puede permitir (las actuales corresponden a las de 2023).

El secretario general de JxCat, Jordi Turull, advirtió este martes por la mañana de que lo que ocurra el jueves en la Mesa del Congreso con la cuestión de confianza “no es inocuo”. “Si no la tramitan, quiere decir que no se ven capaces de asegurarse esta confianza”, agregó el dirigente independentista. Lo cierto es que, la reunión de la dirección permanente de Junts en Bruselas (Bélgica), convocada por Puigdemont para el viernes, abordará esas “decisiones que no gustarán al PSOE”.

En este sentido, más allá de la negativa a negociar un nuevo proyecto presupuestario, la posible ruptura con Junts en el Congreso amenaza con lastrar otras normas importantes que el Gobierno pretende sacar adelante en esta legislatura. Es el caso de las medidas anunciadas por Sánchez el pasado lunes en materia de vivienda, o la reducción de la jornada laboral. Este último asunto, aunque todavía está encallado en el seno del Ejecutivo de coalición, tendrá que pasar después por el filtro de la Cámara Baja.

Así son las medidas anunciadas por Pedro Sánchez para hacer asequible el acceso a la vivienda.

Un “gesto público” para seducir a Junts

A la espera de que el PSOE y Junts pacten una “solución” sobre la cuestión de confianza, como afirmó el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, el socio minoritario de los socialistas en el Gobierno sigue sin definir su postura sobre si admite o no a trámite en la Mesa del Congreso la proposición no de ley. Aunque la posición mayoritaria es rechazar la iniciativa en el órgano de gobierno de la Cámara, dentro del grupo capitaneado por Yolanda Díaz hay voces, como Compromís, que apuestan por permitir que se debata la propuesta.

Fuentes cercanas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ven con buenos ojos que el PSOE acelere la foto de Sánchez y Puigdemont, ya que “ellos [Junts] quieren gestos públicos”, tal como afirman estas voces a Infobae España. En todo caso, sobre el voto de Sumar este jueves, Urtasun aseguró en una entrevista en el programa Al rojo vivo que no harán nada que “favorezca a PP y a Vox” e insistió en que la prerrogativa de pedir al Congreso una cuestión de confianza pertenece únicamente al presidente.

Con todo, teniendo en cuenta que no existe una “mayoría alternativa” a la que dio la investidura a Pedro Sánchez, el ministro de Cultura deseó que “se encuentre una solución acorde a la ley y al reglamento y que encontremos entre todos una solución política” para seguir “sacando las reformas y propuestas” del Gobierno.

Alfonso Rodríguez Gómez de Celis,
Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Francina Armengol e Isaura Leal, la representación socialista de la Mesa del Congreso. (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)
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