PSOE y Sumar, los partidos que forman el Gobierno y que cuentan con mayoría en la Mesa del Congreso, han decidido volver a posponer la decisión sobre la cuestión de confianza a Pedro Sánchez que pide Junts. Este asunto se enquista al Gobierno porque, a pesar de que Moncloa no quiere que se tramite la iniciativa del partido independentista (esta herramienta es una prerrogativa del presidente del Ejecutivo), Carles Puigdemont amenazó con el “colapso de la legislatura” si el PSOE y Sumar no tramitan en el Congreso su iniciativa para instar a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza.
La Mesa ha vuelto a aplazar la decisión de admitirla o no a trámite, dando otra patada hacia adelante para ganar tiempo mientras PSOE y Junts buscan una solución. Fuentes del órgano de gobierno de al Cámara Baja explican que “no hay prisa” para tomar una decisión sobre una iniciativa sobre la que no existen “precedentes”. Por eso, la Mesa ha decidido “dejarla en estudio”, algo que, según estas voces, Junts ve con buenos ojos (”acepta que se siga estudiando”). Además, alegan dichas fuentes, el cupo del que dispone el partido independentista para poder presentar una iniciativa no comienza hasta “mediados o finales de febrero”.
Los servicios jurídicos del Congreso no vieron problema en tramitarla, ya que se trata de una proposición no de ley sin efectos jurídicos y que no obliga al Gobierno a cumplirla. Esto es, la propuesta del partido independentista habla de exigir al presidente del Gobierno que acepte someterse a una cuestión de confianza, algo que el propio Sánchez ya ha rechazado en varias ocasiones. Pese a ello, el órgano de gobierno de la Cámara Baja ya pospuso su decisión el pasado mes de diciembre con la intención de que esta cuestión quedara diluida.
Ante la previsión de que la Mesa del Congreso analizara este jueves este asunto, el PSOE ya había expresado su intención de vetarla al ser “extemporánea”. En Moncloa afirmaban tener una “una posición muy determinada”, a pesar de que Junts había amenazado con “tomar decisiones que no le gustarán al PSOE” si no permite la tramitación de la cuestión de confianza.
De hecho, el Gobierno tenía asumido que, entre las consecuencias de la decisión de vetar la PNL, está la posible negativa de la formación de Carles Puigdemont a negociar los Presupuestos. Y es más, la parte socialista comenzó a dar pasos para llevar su discurso por otros derroteros sobre este asunto, es decir, reducir la importancia de sacar adelante unas nuevas cuentas públicas, algo que, a ojos del Parlamento, no se puede permitir (las actuales corresponden a las de 2023).
No obstante, más allá de la negativa a negociar un nuevo proyecto presupuestario, la posible ruptura con Junts en el Congreso amenaza con lastrar otras normas importantes que el Gobierno pretende sacar adelante en esta legislatura. Es el caso de las medidas anunciadas por Sánchez el pasado lunes en materia de vivienda, o la reducción de la jornada laboral. Este último asunto, aunque todavía está encallado en el seno del Ejecutivo de coalición, tendrá que pasar después por el filtro de la Cámara Baja.
Por ello, PSOE y Junts habían intensificado los contactos en las últimas horas para evitar una ruptura total en el Congreso. En este sentido, fuentes parlamentarias del PSOE confirmaron a Infobae España que los socialistas han planteado adelantar el encuentro que Sánchez tiene previsto tener con Puigdemont. A finales del año pasado, el presidente del Gobierno ya se mostró dispuesto a reunirse con el líder de Junts antes de que se le aplique la amnistía, lo que supuso un paso más en su discurso de normalizar las relaciones con el partido independentista.
Hasta ahora, el Gobierno no había precisado el momento, ni si esta posibilidad se daría en el corto plazo, pero los socialistas han ofrecido esta solución, además de cerrar el pacto para transferir las competencias en inmigración a Cataluña, para seducir a Junts a cambio de no aceptar tramitar la cuestión de confianza. En el caso de que las conversaciones den sus frutos, y ante la negativa de Junts a retirar la proposición no de ley, la Mesa del Congreso ha ofrecido la posibilidad de “reformular” la iniciativa.
Así lo ha verbalizado el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, que ha apoyado seguir estudiando la iniciativa de Junts para adaptarlo al reglamento del Congreso y “en aras de seguir hablando sobre cosas que son importantes en Cataluña y España”, como “el despliegue de la amnistía política”, los presupuestos, los límites a los precios de los alquileres, el salario mínimo o la reducción de la jornada laboral.