Cómo arrancar el coche cuando hace mucho frío: consejos prácticos y efectivos

El frío puede afectar directamente a la batería, el aceite del motor o incluso el sistema de encendido

Guardar
Parabrisas congelado. (Adobe Stock)
Parabrisas congelado. (Adobe Stock)

Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas pueden afectar el rendimiento de los vehículos, dificultando el arranque del motor en las mañanas más frías, especialmente cuando las temperaturas bajan de los 0 grados. Este problema, común en algunas regiones de España, suele deberse a factores como la batería, el aceite del motor o incluso el sistema de encendido. A continuación, te explicamos cómo arrancar tu coche en condiciones de frío extremo y prevenir posibles averías.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el frío afecta directamente a la capacidad de la batería, lo que reduce su potencia. Antes de intentar arrancar, verifica que los terminales estén limpios y sin corrosión. Si tu coche no responde al girar la llave, espera unos minutos e intenta nuevamente.

En casos extremos, es recomendable contar con unas pinzas de arranque o un arrancador portátil, herramientas útiles para reactivar una batería descargada. Si después de varios intentos el motor no responde, evita forzar el encendido, ya que podrías dañar el motor de arranque. En estos casos, contacta con tu servicio de asistencia en carretera o con un taller especializado.

Espera unos segundos antes de arrancar

En todo caso, antes de arrancar el motor, el Real Automóvil Club de España recomienda activar el contacto durante unos segundos para que el sistema eléctrico se prepare. Esto permite que la bomba de combustible y otros componentes se ajusten a las condiciones térmicas. Evita encender luces, calefacción o la radio hasta que el motor esté en marcha, ya que estos sistemas consumen energía de la batería.

Consejos imprescindibles para conducir de forma segura con nieve o hielo.

En motores diésel, espera a que el testigo de los calentadores (generalmente de color naranja) se apague antes de intentar arrancar. Esto asegura que el combustible esté a la temperatura adecuada para su combustión. Los motores de gasolina sufren menos a la hora de arrancar, pero también lo mejor será esperar a que el coche termine de revisar el sistema eléctrico.

Si tu coche es manual, presiona el embrague antes de girar la llave de encendido. Este gesto reduce la carga en el motor, facilitando su arranque. En vehículos automáticos, asegúrate de que la palanca esté en la posición correcta (generalmente P o N).

Usa el tipo de aceite adecuado

El aceite del motor también puede espesarse con temperaturas bajas, dificultando su circulación y el arranque del vehículo. Es importante utilizar un aceite que cumpla con las especificaciones del fabricante para climas fríos. Los aceites sintéticos suelen ser más eficaces en estas condiciones, ya que mantienen su viscosidad incluso a bajas temperaturas. En los motores diésel, los aditivos pueden prevenir la formación de parafina en el combustible, que dificulta el arranque.

Otros consejos preventivos

Mantener el coche a cubierto siempre será mejor que dejarlo a la intemperie y prolongará su vida útil. Siempre que sea posible, guarda el vehículo en un garaje o utiliza una funda protectora para minimizar la exposición al frío.

Si el coche ha estado expuesto a temperaturas extremadamente bajas, algo que no es muy común en España, puedes calentar ligeramente la batería con una manta térmica antes de intentar arrancar.

Guardar