Esta semana se está viviendo en España una pronunciada bajada de las temperaturas, llegando el termómetro a estar bajo cero en algunos puntos del país, especialmente durante la noche y la madrugada. Con vistas a que aún quedan un par de meses de invierno, el consumo de la calefacción en muchos hogares continúan siendo protagonista.
Sin embargo, algunas personas prefieren prescindir de esta para ahorrar algo de dinero en la factura mensual o, directamente, no cuentan con este sistema instalado en su hogar, ya sea por falta de recursos o por otros motivos que les obligan a pensar en otras maneras para calentar su casa: vivir de alquiler y que el casero no autorice la obra; que sea una vivienda compartida, o que el tiempo que se va a permanecer en ella sea corto, por lo que no merece la pena embarcarse en tal instalación.
Igualmente, calentar el hogar sin un sistema calefactor también es posible sin la necesidad de esta obra compleja y costosa. Existen múltiples consejos que nos permitirán llevar a cabo este objetivo, incluso con pequeños cambios en el hogar que parecerán insignificantes, pero que pueden ayudar a optimizar al máximo la temperatura de nuestro hogar. A continuación se detallan seis recomendaciones, así como los aparatos portátiles que pueden servir para esta función.
Consejos para calentar el hogar sin calefacción
Cuando no se cuenta con un sistema de radiadores en casa o no se quiere hacer un uso excesivo de estos, existen algunos trucos que pueden ponerse en práctica para mantener caliente nuestra vivienda, especialmente en estas semanas de tanto frío:
- Aprovechar la luz del sol: siendo uno de los países que más horas de luz solar tiene al día, este puede ser un buen método para calentar nuestro hogar. Es recomendable mantener las persianas abiertas durante el día para que los rayos del sol entren en nuestra vivienda, sin olvidarnos de cerrarlas cuando anochezca para que se conserve el calor.
- La temperatura puede escaparse por los huecos de las ventanas y puertas, por lo que pueden usarse aislantes, como burletes, para evitar la salida del calor, así como evitar que se cuele el frío en la vivienda. Este método es muy útil para mantener una temperatura agradable en el interior del hogar.
- La superficie del suelo puede hacer que, especialmente si caminamos con calcetines o descalzos, la sensación de frío sea mayor. Aunque en algunas viviendas existen sistemas avanzados de calefacción radiante, muchos otros no lo tienen. Por esta razón, el uso de alfombras o tapetes, además de aportar estilo a nuestro hogar, actuarán como una capa aislante en el suelo.
- La distribución de los muebles también es importante: debemos asegurarnos de que estos no bloqueen las fuentes de calor, como la luz del sol que entra por las ventanas.
- Las cortinas de tela pesada o térmica también sirven como barrera aislante en las ventanas.
- Por último, para mantener el calor en las estancias del hogar que realmente estamos utilizando es importante cerrar las puertas de las habitaciones que no se usan, permitiendo que no entre el frío o se escape el calor.
Aparatos portátiles alternativos
Además, cuando no se cuenta con calefacción en el hogar o bombas de calor, existen otros electrodomésticos que pueden calentar la casa, aunque es importante valorar el precio de compra, el coste de su utilización (puesto que muchos de ellos van enchufados a la corriente eléctrica), su seguridad, su eficiencia y su potencia. El uso de estos dispositivos calefactores portátiles es especialmente útil, ya que nos permite situarlos en la estancia del hogar en la que más necesitemos que se mantenga una temperatura agradable:
- Estufas: son una solución rápida para aumentar la temperatura de los espacios pequeños y existen distintos tipos, puesto que algunos utilizan combustible y otros funcionan con gas o electricidad. Las estufas halógenas, que distribuyen el calor por la radiación de infrarrojos que emiten sus tubos halógenos son muy útiles, pero pierden eficacia a partir de varios metros de distancia. Las de butano o propano pueden calentar habitaciones grandes con facilidad porque son muy potentes, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que emiten CO2 y otros contaminantes, por lo que pueden ser peligrosas si se utilizan en habitaciones que no estén bien ventiladas. Lo mismo ocurre con las estufas de parafina, que son las más contaminantes, según la organización.
- Emisores térmicos: son especialmente útiles en dormitorios porque no hacen ruido y su calor se mantiene después de apagarlos.
- Radiadores portátiles: especialmente los de aceite son útiles porque calientan toda la habitación y pueden funcionar mucho rato, pero tardan un tiempo en estar en pleno funcionamiento y son difíciles de mover.
- Convectores: estos aparatos funcionan calentando el aire frío que pasa a través de su elementos calefactor, haciendo que el aire caliente suba y empuje el frío hacia abajo. De esta manera, se crea un ciclo constante de calentamiento. Se pueden emplear, por ejemplo, en baños o cocinas.
- Calefactores: al ser de pequeño tamaño y potente rendimiento, son una opción muy útil, especialmente para llevarlo a la estancia donde se necesite.
- Braseros eléctricos: mucho más seguros que los tradicionales braseros de picón, nos permiten calentar los pies o las manos, especialmente en momentos de tranquilidad, mientras se ve la televisión, por ejemplo.