Ya quedan menos de cuatro meses para que España cierre de forma definitiva el capítulo de las ‘Golden Visa’, el polémico programa que desde 2013 permitía a inversores extranjeros no residentes de la Unión Europea obtener permisos de residencia a cambio de realizar importantes aportes económicos en el país. La eliminación de este esquema, aprobada a través de una enmienda incluida en la ‘Ley de medidas en materia de eficiencia del servicio público de Justicia’, cierra un capítulo cuestionado por su impacto en la economía, el mercado inmobiliario y las políticas migratorias.
Las ‘Golden Visa’ surgieron en 2013, en el contexto de la crisis económica que golpeó a España tras el colapso financiero global de 2008. Con una economía debilitada y un mercado inmobiliario paralizado por un exceso de oferta, el Gobierno de Mariano Rajoy creó este programa dentro de la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores, como una herramienta para atraer inversión extranjera.
El esquema ofrecía permisos de residencia a personas no pertenecientes a la Unión Europea que cumplieran con requisitos específicos, como:
- Comprar bienes inmuebles en España por un valor superior a 500.000 euros.
- Invertir más de 2 millones de euros en deuda pública española.
- Inyectar más de 1 millón de euros en acciones de empresas españolas, fondos de inversión constituidos en España o depósitos bancarios en entidades financieras nacionales.
- Crear proyectos empresariales considerados de interés general, como generadores de empleo o impulsores de la innovación.
Este programa no solo otorgaba permisos de residencia a los inversores, sino que también beneficiaba a sus familiares directos, lo que aumentaba su atractivo. Además, facilitaba la movilidad dentro del espacio Schengen.
Los beneficios económicos: luces y sombras
El impacto económico del programa fue notable en sus primeros años. Según datos oficiales, las ‘Golden Visa’ dinamizaron sectores clave como el inmobiliario, ayudando a absorber el stock de viviendas acumulado tras la crisis. En regiones como Madrid, Barcelona y la Costa del Sol, las compras de propiedades de lujo por parte de inversores extranjeros crecieron significativamente.
Sin embargo, en algunas zonas, las ‘Golden Visa’ también fueron acusadas de contribuir a la especulación inmobiliaria y al encarecimiento de los precios, dificultando el acceso a la vivienda para los residentes locales. Esto fue particularmente evidente en áreas turísticas y grandes ciudades, donde el crecimiento de la inversión extranjera impulsada por este programa coincidió con una creciente escasez de vivienda asequible.
¿Qué pasará con los visados Golden Visa vigentes y las solicitudes en proceso?
La nueva normativa que va a eliminar estas tarjetas incluye algunas disposiciones transitorias para proteger los derechos ya adquiridos. Para aquellas solicitudes que ya hayan sido presentadas antes de la entrada en vigor de la ley podrán seguir el proceso de obtención de visado o autorización de acuerdo con la normativa vigente en el momento de la solicitud, según informa el despacho AGM Abogados.
Es importante tener en cuenta que, para iniciar el proceso, la inversión debe estar ya realizada y, en el caso de inmuebles, debidamente registrada en el Registro de la Propiedad. El proceso de compraventa y registro puede llevar hasta 2 meses, por lo que es fundamental que el proceso de visado o residencia esté iniciado antes de la entrada en vigor de la nueva normativa, y no únicamente el proceso de inversión.
Por otro lado, los visados y autorizaciones ya emitidos mantendrán su validez hasta su fecha de expiración, y las renovaciones podrán gestionarse conforme a la normativa aplicable al momento de la concesión original.