Mata a su padre para “hacerlo callar” y conserva su cuerpo en la bañera con productos químicos para “reducir los olores”

El cuerpo del hombre de 76 años fue encontrado casi un mes después en la bañera

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Un hombre de 47 años fue detenido el pasado domingo tras confesar haber asesinado a su padre, de 76 años, con varios cuchillos. El cuerpo de la víctima fue hallado casi un mes después en la bañera del apartamento del acusado en la localidad francesa de Quimper, en la región de Bretaña, rodeado de productos corrosivos.

El pasado 2 de enero, las autoridades encontraron el cadáver de este hombre septuagenario, exmecánico de profesión, en circunstancias alarmantes. Según informó la fiscal de Quimper, Cécile Flamet, “el cuerpo estaba en la bañera, con la cabeza cubierta por una bolsa plástica, y la bañera llena de productos corrosivos”, como recoge el medio francés Ladepeche.

El hijo del fallecido admitió haber apuñalado a su padre varias veces durante una discusión que ocurrió a principios de diciembre de 2024. El acusado fue puesto bajo custodia el domingo.

Una relación rota y el intento fallido de reconciliación

El sospechoso explicó que, tras un largo periodo de distanciamiento de unos dos años, había intentado retomar el contacto con su padre, pero la convivencia entre ambos resultó conflictiva. La situación personal del acusado era “difícil”, como relata el medio, lo que agravó las tensiones. Sin embargo, la convivencia entre los dos hombres salió mal y ambos se reprocharon mutuamente, según la misma fuente.

En medio de una discusión, y debido a que no podía soportar las críticas constantes de su padre, el hombre declaró haber perdido el control y lo atacó con un cuchillo, “para que se callara”. Posteriormente, trasladó el cuerpo a la bañera, donde lo cubrió con sacos y otros objetos, antes de comprar productos químicos para minimizar los olores. Tras el asesinato, el acusado continuó viviendo en el apartamento junto al cadáver hasta principios de enero, cuando decidió huir. Las circunstancias de su captura no han sido detalladas por las autoridades.

El sospechoso fue presentado ante un juez de instrucción del tribunal penal de Brest y enfrenta cargos graves. Entre ellos se incluyen el asesinato de un ascendiente, tortura o actos de barbarie contra un ascendiente, y atentado contra la integridad de un cadáver. El fiscal de Brest, Camille Miansoni, confirmó estos detalles a la agencia AFP.

Este caso es similar al que ocurrió el pasado diciembre en Carpentras, en la localidad del departamento de Vaucluse, en el sur de Francia, cuando las autoridades encontraron el cuerpo de una mujer de 76 años fue encontrado en un avanzado estado de descomposición, oculto bajo una colcha en una cama. La hija de la mujer, de 46 años, fue detenida este martes 10 de diciembre y se ha abierto un procedimiento por el cargo de asesinato después de que se descubriera el esqueleto de su madre en la casa que ambas compartían. Así lo ha revelado el medio francés Le Dauphiné Libéré, que ha detallado que la muerte de la anciana se remontaría al mes de abril. Como detalla el medio, los restos óseos de la víctima permanecían en su cama, cubiertos con una manta, como si estuviera dormida.

Los técnicos de la unidad de identidad judicial fueron los encargados de recoger los restos para realizar los análisis forenses correspondientes. Tras el hallazgo, la hija de la víctima fue detenida y trasladada a la comisaría de Carpentras, donde permaneció bajo custodia policial durante 24 horas. Posteriormente, fue ingresada en un hospital psiquiátrico por recomendación médica, ya que fue descrita como psicológicamente frágil. Según las primeras informaciones, la mujer habría vivido toda su vida con su madre.

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