La tajante opinión de un profesor de autoescuela sobre los patinetes eléctricos: “No existe el suficiente castigo”

Desde hace unos años, es muy común ver a cientos de usuarios moviéndose por las calles de las ciudades, montados encima de patinetes eléctricos particulares o los implantados por los propios ayuntamientos, por medio de operadoras autorizadas. En enero de 2023, el Ayuntamiento de Madrid anunció la rebaja de las autorizaciones de patinetes de 10.000 a 6.000, siendo Dott, Lime y Tier Mobility las tres únicas operadoras autorizadas por el consistorio a ofrecer este servicio. Sin embargo, las buenas noticias no duraron mucho para los usuarios de este medio de transporte, pues, el pasado septiembre, el Ayuntamiento de Madrid comunicó la revocación de las licencias a las mencionadas empresas “por incumplir las obligaciones establecidas en las bases”.

La proliferación de patinetes eléctricos se ha convertido en un nuevo desafío para la circulación con otros vehículos, que ven cómo esta novedosa movilidad se une a las carreteras. Como el término ‘patinete’ suena a juguete, en muchos casos, los usuarios de estos vehículos hacen caso omiso de las obligaciones, normas y recomendaciones durante la conducción. Pero, nada más lejos de la realidad, no son juguetes, sino aparatos capaces de alcanzar velocidades de 25 km/h -en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), se detuvo a una persona que circulaba con un patinete eléctrico trucado a una velocidad de 111 km/h-.

Los profesores de autoescuela son profesionales que conocen a la perfección cuál es el estado actual de los conductores, sus vicios y errores, y forman parte de un colectivo que debe inculcar a los conductores noveles la especial atención y cuidado con los usuarios de patinetes eléctricos, vehículos frágiles y desprotegidos por su morfología.

Para que los usuarios de estos aparatos, también conocidos como Vehículos de Movilidad Personal (VMP), estén concienciados ante los riesgos de no acatar las normas, un profesor de autoescuela propone hacer uso de las autoridades. “Voy circulando con el coche de la autoescuela y ves patinetes en sentido contrario, la gran mayoría sin casco, por aceras a toda velocidad… No existe el suficiente castigo por parte de las autoridades a la hora de multar a la gente”, explica el hombre en un vídeo publicado por la cuenta de TikTok de ‘El Plan Legalcar’, abogados especialistas en seguridad vial.

Además, añade que las sanciones económicas pueden hacer que los infractores actúen de forma reactiva, de modo que, “con una multa, cuando te tocan el bolsillo, aprendes. Si no te tocan el bolsillo, no aprendes. Con una palmadita en la espalda no vale, con un anuncio en la televisión no vale, con una noticia en redes sociales no vale. Te tocan el bolsillo y es cuando tú dices: ‘vale, lo voy a hacer’”.

Desde que en el mes de octubre de 2023 explotase la batería de iones de litio de un patinete eléctrico en un vagón de Metro de Madrid -causando 4 heridos-, se prohibió, con carácter transitorio, el acceso al transporte público con uno de estos aparatos y, el pasado mes de mayo, esta medida se vio extendida hasta el año 2027. “La ampliación de la misma viene motivada por el tipo de baterías de iones de litio que utilizan y que son más susceptibles de provocar un incidente en red pública que otros elementos como bicicletas o sillas de ruedas eléctricas”, precisó Jorge Rodrigo, consejero del Consorcio Regional de Transportes (CRT) de Madrid.