Sindicatos y Sanidad retoman la próxima semana las negociaciones del Estatuto Marco, la “Carta Magna” de los trabajadores sanitarios del sistema público español. La reforma plantea una serie de mejoras en las condiciones laborales del personal estatuario del Sistema Nacional de Salud (SNS) “a la altura de las necesidades de la sociedad”y “de los pacientes”, ha defendido Mónica García este miércoles.
El equipo de García ya habría elaborado un borrador del nuevo texto, compartido con sindicatos y comunidades autónomas, en el que se proponen medidas que limitará la jornada de los trabajadores sanitarios e impondrá límites a la conciliación de contratos en la sanidad privada y pública a los empleados que desarrollen puestos de gestión.
“Este Estatuto Marco no es un documento más. Es la ley que va a regir las condiciones laborales y de asistencia sanitaria de nuestros profesionales sanitarios”, ha defendido la ministra, que espera “que salga lo mejor posible”.
Que nadie trabaje más de 17 horas al día
La reducción de las guardias de 24 horas ha sido una de las reclamaciones que marcaron los profesionales sanitarios en el 2024, que iniciaron en el mes de febrero una recogida de firmas en la que denunciaban que estas jornadas ”ponen en riesgo la vida de los pacientes”.
“Es un clamor que las guardias de 24 horas son completamente anacrónicas y que ponen en riesgo la salud no solamente de nuestros profesionales, sino también de los pacientes que son atendidos”, ha insistido García. La propuesta del ministerio es limitar las guardias médicas a un máximo de 17 horas, además de prohibir que estas vayan precedidas o seguidas de un turno ordinario, como viene sucediendo hasta ahora. “Los turnos de descanso se tienen que respetar y las horas de guardia, que hasta ahora no se cuentan como hora trabajada, tienen que pasar al cómputo de horas trabajadas”, ha defendido García.
La titular de Sanidad ha puntualizado que no será un cambio “de la noche a la mañana”, sino que se dará un tiempo de flexibilidad para que los servicios de salud apliquen esta medida.
Vuelve el complemento de exclusividad
Otra de las novedades que traerá el nuevo Estatuto Marco será la recuperación del complemento de exclusividad, un plus salarial que reciben todos aquellos sanitarios que se dedican únicamente al servicio en la sanidad pública. Más allá de reinstaurarlo en el territorio nacional, la ministra ha anunciado que habrá una exigencia de exclusividad para los puestos directivos. Profesionales como los jefes de servicio o directivos no podrán compatibilizar su trabajo en la sanidad pública con contratos en la asistencia privada.
La medida busca prevenir conflictos de interés y la dedicación exclusiva de los directivos y gestores. “En los últimos meses, se han conocido algunos casos de jefes de servicio que han combinado su labor dentro de la sanidad pública con beneficios obscenos, amparándose en ese prestigio que al final da la sanidad pública”, ha denunciado García. “Queremos que esta doble dedicación se limite, porque creemos que el sistema sanitario merece que los profesionales estén dedicados, sobre todo aquellos que tienen labores de dirección".
Se desconoce a cuántos altos cargos afectaría, si bien entienden desde el ministerio que la mayoría tienen una dedicación exclusiva. García ha adelantado también “una reflexión” que esperan hacer en la mesa de diálogo con los sindicatos. Sanidad quiere extender esta cláusula a quienes se cogen una reducción de jornada por cuidado de mayores o niños, “porque no te puedes ir a coger una reducción de jornada para irte a la privada”.
Medidas por la paridad
Finalmente, desde Sanidad se han propuesto impulsar una “presencia equilibrada de hombres y mujeres” en los órganos directivos del SNS. Pese a que el sector sanitario está altamente feminizado, con un 70% de mujeres, todavía son los hombres quienes copan mayoritariamente los puestos de responsabilidad, gestión y dirección. De hecho, este martes, el informe “Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024″ evidenció que, pese a que el 85,5% de las enfermeras son mujeres, los enfermeros son el doble que las enfermeras en puestos de gestión (4,8% frente a 3,4%).
“Esto no ocurre porque las mujeres tengamos falta de interés o tengamos falta de cualificación. Esto ocurre porque hay una estructura en la cual no solamente hay techos de cristal, sino que hay esos suelos pegajosos que impiden que las mujeres (...) accedan a esos puestos de responsabilidad”, ha declarado García.
Una reclasificación pendiente
La ministra ha reconocido que “el Estatuto Marco lleva pendiente una reclasificación en algunas categorías desde hace muchos años”, algo que reclaman colectivos como la enfermería, fisioterapeutas y TCAES. Con la adaptación del sistema educativo español al plan Bolonia, muchas titulaciones sanitarias cambiaron, pero sin modificar la clasificación de los profesionales que ejercían estas profesiones. Esto ha supuesto un descuadre tanto en el desarrollo de las carreras de los sanitarios, a quienes se limitaba el acceso a ciertos puestos de dirección, como en la retribución salarial que reciben, por debajo de lo que contempla la ley para su nivel de estudios.
García ha asegurado que se ha pactado una reclasificación y opina que todas las partes “están de acuerdo”. Sin embargo, el Estatuto Marco no mencionará las retribuciones salariales y, de hacerse la reclasificación, se realizará a ‘coste cero’, según denunció el sindicato SATSE en el mes de diciembre. “La retribución no depende del Estatuto Marco, depende de las diferentes comunidades autónomas y depende de los diferentes diálogos sociales”, ha respondido García al respecto.