El frío y las lluvias son el enemigo actual de las coladas y del proceso de secado de las prendas de ropa. Aunque las más pequeñas puedan llevar poco tiempo, las más grandes pueden tardar demasiado, hasta el punto de convertirse en un martirio. Una de ellas son las sábanas, que comprenden mucha tela y requieren de tiempo de calor para su secado. De no hacerse bien, se puede provocar la aparición de moho fruto de la humedad y generar olores indeseados en el hogar.
La lógica indica que ante la falta de recursos naturales favorables en el exterior, se deberán secar en el interior de los hogares. No es algo que se deba evitar, es una acción inteligente, pero que va a necesitar de más tiempo para dejar la ropa de cama lista para usar de nuevo. Según ha explicado James Higgins, experto en ropa de cama y director ejecutivo de Ethical Bedding en el medio británico de Express, existen una serie de consejos para acelerar el secado.
Los tres métodos para conseguir el secado
Lo más destacable de todo es que en ninguno de ellos será necesario recurrir a secadora o deshumidificador, por lo que son alternativas eficientes en cuanto a energía se refiere:
- Lavar las sábanas temprano: la primera recomendación es que se ponga la lavadora en los momentos iniciales del día. De esa forma, tendrá más tiempo para secarse antes en la jornada y tendrá ayuda de forma natural. “El interior de la casa se calentará durante el día y tendrá más posibilidades de secarse al aire más rápido”, explica el experto. Por otro lado, desaconseja que se realice su lavado en las horas cercanas a la noche, ya que las temperaturas ya han bajado.
- Secar las sábanas en la cocina: según comenta el Higgins, esto puede ser un truco “dos en uno”. Esta idea parte de la suposición de que es la zona más cálida de la casa, por el horno y demás electrodomésticos que emiten calor y el tráfico de personas frecuente. “Si cocinas a menudo con el horno, puedes aprovechar el calor excesivo para secar las sábanas en la habitación al mismo tiempo”, define él. No obstante, dejó la advertencia de que si se cocina alimentos de mucho olor o fritura no se haga: puede “adherirse el olor”.
- Colgar las sábanas sobre el armario de ventilación: Higgins afirma que este emite una buena cantidad de calor en lo largo del día que puede ser empleado para estos usos. “Esto garantiza que no se utilice electricidad en el proceso”, argumenta. Para aquellos hogares dotados de calefacción central, también es eficaz colocar las sábanas en un tendedero cerca, pero nunca sobre un radiador.
De esa forma, estos tres trucos reducirán el gasto energético de los hogares y se reciclará el calor generado por otros electrodomésticos o bienes que ahorrarán emisiones al planeta. Además, supondrán el fin de los quebraderos de cabeza de aquellos que sufren las consecuencias de las lluvias para poder tener lista su colada.