La búsqueda de la juventud eterna es un término que solamente se concibe en las películas de fantasía y ciencia ficción. Intentar frenar el envejecimiento es tarea imposible, es ley de vida que las células con los años pierdan funciones y calidad. No obstante, el hecho de prolongar los años de vida sí que es posible, a pesar de que las funciones cognitivas y funcionales vayan a menos con la edad. Angelina Torres es un claro ejemplo de que es posible tener una vida longeva y de calidad al mismo tiempo. La catalana se ha convertido en la mujer de más edad de España con 111 vueltas al sol, que van a más.
La señora Torres pasó en noviembre a poseer la distinción de la mujer con mayor edad sobre el territorio español. Tras varios meses con ese título, la de Barcelona se encuentra cercana a su 112 cumpleaños, por lo que la Agencia EFE le ha entrevistado. En esa pieza, ella ha compartido su experiencia, forma de vida y su pequeño secreto que le ha permitido poder sobrepasar con creces el siglo de vida.
Camino de 112 años con una existencia llena de vivencias
Aunque uno pueda pensar que uno con la edad tiende a enfermar más, este no es el caso de Angelina Torres. La catalana dice que desde siempre ha tenido la suerte de gozar de un sistema inmunológico robusto que le ha mantenido sana en todo momento. “Gracias a Dios, nunca he estado enferma. Los médicos no han tenido que trabajar mucho conmigo”, afirma. “He tenido pequeñitas cosas, como resfriados fuertes que curaba con una aspirina, pero nunca vienen médicos a mi casa”, añade desde su piso en la zona del Eixample de Barcelona.
Ante este hito de edad, ella dice no tener ningún tipo de “secreto”, pero al rato deja caer una práctica diaria que repite en todos los desayunos. “Un vaso de agua con unas gotitas de limón y una cucharadita de azúcar”, que aunque carece de evidencia científica que sea concluyente, es su recurrencia diaria. No obstante, hay que destacar que no es casualidad esa longevidad de Angelina. Su madre falleció a pocas semanas de cumplir los 100 años y su hermana mayor a los 93.
Por otro lado, una más de las virtudes que le destacan es que siempre ha sido cercana y amable con todo el mundo que le rodeaba. “No soy ningún ángel, me gusta vivir con todo el mundo”, comparte Torres, que es fan de “ser amiga de todos”.
Entregada a su gente y enamorada de la Sagrada Familia
Nacida en 1913, en Lleida, Angelina Torres es una mujer que ha tenido que pasar por algunos de los peores episodios de la historia española. Una de ellas es la Guerra Civil, donde, como todos por aquel entonces, tuvo que sufrir de hambre y pánico. “Sufrí mucho durante la guerra. Cogía la maleta e iba a la estación de Francia para dirigirme a los pueblos. Allí comían, en Barcelona, nada. Iba al pueblo, me llenaba la maleta de comida y volvía”, recuerda.
Sin embargo, tras superar esa etapa, encontró a quien fue su marido y padre de sus hijos. Desde ese momento, su vida se transformó en ser madre de familia para ver crecer a su hija y, posteriormente, sus nietos y biznietos. “He tenido la suerte de conocer a tres bisnietos, ¡qué guapos son!”, describe feliz.
En relación con algo anecdótico, la propia señora Torres recuerda que ella ha sido testigo de todo el proceso del monumento más famoso de la ciudad condal: la Sagrada Familia. “Yo vi nacer a la Sagrada Familia y la he visto crecer piedrita a piedrita. Me dijeron que construirían un templo que sería el orgullo de Cataluña y efectivamente así ha sido: ha quedado preciosa”, rememora satisfecha con el resultado final de la catedral.