La casa real noruega vive uno de sus peores momentos debido a las acusaciones incesantes que cargan contra Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit. A las denuncias de malos tratos y violación, se suma este martes una información revelada por el periódico noruego Aftenposten, donde afirman que la madre de Juliane Snekkestad, exnovia de Marius, recurrió directamente al príncipe heredero Haakon para expresar su preocupación por la situación de su hija.
Según explica el medio, esta conversación tuvo lugar por teléfono, donde la madre de Juliane relató detalles sobre el trato violento que Marius habría infligido a su hija durante su relación de casi cinco años. Además, la madre ofreció compartir pruebas documentales, incluidas fotografías de lesiones que supuestamente sufrió Juliane y mensajes de texto que respaldaban sus denuncias.
Petter J. Grødem, abogado de Snekkestad, ha confirmado a Seg og Hør esta información y ha subrayado que su clienta había entregado toda la documentación pertinente a las autoridades. Según Grødem, la madre de Juliane estaba profundamente angustiada tanto por los aspectos prácticos relacionados con los acuerdos financieros entre la pareja como por el impacto emocional y físico que la relación había tenido en su hija.
Los cargos contra Marius Borg Høiby: un panorama cada vez más grave
El hijastro del príncipe heredero Haakon, enfrenta también serias acusaciones de abuso y violencia en algunas de sus anteriores relaciones. Actualmente, hay seis víctimas en la causa penal abierta en su contra, entre las cuales figuran tres de sus exparejas sentimentales, incluida Juliane Snekkestad.
El caso de Snekkestad ha sido uno de los más destacados, dado que Marius niega cualquier responsabilidad penal en relación con las acusaciones de abuso hacia ella. Sin embargo, Juliane no es la única mujer que ha señalado a Marius por comportamientos violentos. Otras exnovias, como Nora Haukland, también han presentado denuncias similares, al igual que otras mujeres y un hombre que le acusa de amenazas de muerte.
Entre las denuncias más graves está la de una mujer que afirmó haber sido violada por Marius mientras se encontraba inconsciente, aunque se siguen investigando otros casos similares. Además, la policía también lo acusa de incumplir órdenes de alejamiento, amenazas y comportamiento imprudente. En total, los cargos en su contra incluyen abuso en relaciones cercanas, lesiones corporales, violación y amenazas de muerte.
La implicación de la familia real
El contacto directo de la madre de Juliane Snekkestad con el príncipe heredero Haakon evidencia la dimensión extraordinaria que este caso ha alcanzado, trascendiendo las fronteras de un asunto privado para convertirse en un escándalo nacional. En el caso de que estas acusaciones fueran ciertas, la reputación del futuro rey se vería en entredicho y podría afectar directamente a su papel como monarca.
Además, la princesa heredera Mette-Marit también ha sido mencionada en este caso. Según el abogado de Snekkestad, Petter Grødem, existe la posibilidad de que Mette-Marit sea llamada a declarar en relación con el comportamiento de su hijo. Aunque el Palacio ha tratado de manejar la situación con discreción, el impacto público ha sido inevitable.
Según una encuesta realizada por Norstat para la cadena pública NRK, el 45% de los noruegos tienen ahora una visión más negativa de su casa real, una caída de diez puntos con respecto al año pasado. Este descenso marca un mínimo histórico para una institución que ha sido un símbolo de la soberanía nacional desde su instauración por elección popular en 1905.
En cuanto al apoyo individual, los datos son aún más desalentadores para la princesa Mette-Marit. Solo el 27,5% de los encuestados confían en ella como futura reina consorte, según un sondeo de Nettavisen. Por otro lado, su hija goza de una aceptación del 67,2%. A sus 20 años, Ingrid Alexandra, se encuentra estudiando su formación militar en un campamento al norte de Noruega y se perfila como una figura clave para restaurar la confianza en la monarquía. No obstante, y aunque el príncipe Haakon conserva el 61% de los apoyos, estos datos podrían verse afectados si se confirma que era consciente de los malos tratos de su hijastro.