Con la bajada de las temperaturas, el número de casos de gripe y resfriado ha ido en aumento. Así, no parece que la situación vaya a calmarse a lo largo de las próximas semanas. Por ello, escuchar estornudos, ronqueras y toses, de momento, va a ser una constante.
Por suerte, en la mayoría de los casos no será nada grave y se tratará de un mal pasajero. Pese a ello, no deja de ser algo sumamente molesto.
El uso de fármacos para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe es habitual aunque estos no eliminan los virus responsables de las enfermedades. Medicamentos como los analgésicos y antipiréticos, entre ellos el paracetamol o el ibuprofeno, ayudan a reducir la fiebre, los dolores musculares y el malestar general. Los descongestionantes nasales, en forma de comprimidos o sprays, pueden aliviar la congestión, mientras que los antitusígenos y expectorantes se utilizan para controlar la tos, dependiendo de si es seca o productiva.
Sin embargo, estos fármacos deben emplearse siguiendo las recomendaciones médicas o las indicaciones del prospecto, evitando su uso prolongado o la automedicación. Del mismo modo, si tu sintomatología no es demasiado molesta, quizá puede ser recomendable que intentes primero el uso de remedios caseros.
Remedios caseros para la tos
Algunos remedios naturales pueden ayudar a aliviar la tos, según explica el portal médico Medical News Today. Entre los más utilizados se encuentra el jengibre, cuyas propiedades antiinflamatorias pueden relajar las membranas de las vías respiratorias, reduciendo la tos, según un estudio que analizó sus efectos en células humanas y animales. Aunque son necesarias más investigaciones, preparar un té con 20-40 gramos de jengibre fresco en agua caliente puede ser efectivo. Añadir miel o limón mejora su sabor y potencia su efecto calmante, aunque en algunos casos puede provocar acidez estomacal.
Otro remedio común es el tomillo, utilizado para tratar la tos, irritación de garganta y problemas respiratorios. Además, ingerir líquidos, especialmente a temperatura ambiente, ayuda a aliviar los síntomas de la tos, secreción nasal y estornudos. Las bebidas calientes, según estudios, son aún más efectivas para combatir el dolor de garganta, los escalofríos y el cansancio asociados con resfriados o gripe.
El vapor de agua es también una opción para aliviar la tos húmeda. Una ducha caliente o un baño que genere vapor puede mejorar los síntomas respiratorios, siempre complementado con un vaso de agua posterior para evitar la deshidratación. Alternativamente, se puede inhalar vapor preparado en un recipiente con agua caliente, al que se pueden añadir hierbas o aceites esenciales como eucalipto o romero. Para optimizar el efecto, cubra la cabeza con una toalla y respire el vapor durante cinco minutos, evitando el contacto directo si la temperatura es excesiva.
Estas opciones naturales pueden ser un complemento eficaz para aliviar la tos y otros síntomas asociados, pero es fundamental utilizarlas con precaución. Cada organismo reacciona de manera diferente, por lo que ante molestias persistentes, agravamiento de los síntomas o condiciones de salud preexistentes, se recomienda buscar la orientación de un profesional médico.