Un jubilado pensaba que le habían robado obras de arte valoradas en 15 millones: la investigación descubre que fue su familia quien las cambió de lugar

Es un caso digno de Ocean´s Eleven. El daño es colosal y la víctima no se entera hasta pasado el robo. Una cantidad cercana a los 15 millones de euros en obras de arte desaparecieron entre los meses de febrero y diciembre de 2024 en el distrito 16 de París (Francia). Es el resultado de un robo en un apartamento que pertenece a un hombre de 80 años, que pasó la mayor parte del año en el extranjero.

El hombre, que no tardó en acudir a las autoridades según entró en el piso, denunció el robo y se abrió una investigación, el 20 de diciembre, que se confió a la Brigada para la Represión del Bandidaje (BRB). El hombre, antes de jubilarse, había trabajado como ingeniero y banquero, y se le conocía por ser un gran apasionado y coleccionista de arte.

Según la fiscalía parisina, es posible que el robo o los hurtos comenzaran a comienzos del año pasado y continuaran hasta finales del mismo, pero ¿quién es el responsable? ¿Cómo lo hizo? ¿Dónde están ahora las obras robadas?

Según la información que recoge el diario francés Le Figaro, el robo se cometió sin allanamiento, es decir, que no forzaron ni puertas ni ventanas para poder entrar en el piso a robar. Solo la señora de la limpieza y la pareja del hombre tenían las llaves y conocían los códigos de alarma.

Lo más sospechoso es que, cuando la pareja regresó a París, el código no era el mismo, por lo que lo primero que hicieron fue llamar al servicio doméstico. Esta última les habría dicho que el código había cambiado y les habría enviado el nuevo, antes de informales que se iba de vacaciones. Entonces, al preguntar sobre las obras de arte, la señora de la limpieza colgó inmediatamente.

Las dos víctimas vivían entre Roma, París y Nueva York. Llevaban once meses sin pisar la Ciudad de la Luz, por lo que decidieron pasar las fiestas navideñas en su apartamento de la capital francesa. Entre los objetos robados se encuentran una decena de cuadros, figuras expuestas en escaparates, joyas, una estatua de bronce de un caballo de aproximadamente 1,80 metros de altura y una estatua de Buda. Ambas sumaban un peso total de 1,5 toneladas. Los propietarios afirmaron que muchos de los cuadros que ahora se encontraban ya no estaban.

Al final, los investigadores pudieron resolver el caso fácilmente. Después de interrogar a la empleada fue el turno de los familiares, que explicaron a los agentes que simplemente habían trasladado las obras de arte de la pareja para su mejor conservación. Por tanto, el caso fue archivado rápidamente por falta de delito pocos días después de la denuncia.

Los amantes del arte pueden convertirse en verdaderos objetivos de los delincuentes. No es el primer caso que se da en la ciudad parisina. En enero de 2020, el coleccionista de arte callejero, Dominique Barlaud, fue víctima de un traumático robo en su casa. Varios individuos allanaron su casa, pero una vez más, no hubo indicios de que forzaron la puerta.

Mientras los ladrones irrumpían en su casa, el coleccionista fue apuntado con una pistola antes de ser golpeado con la culata. Su esposa estaba con él y también fue dejada inconsciente. Esa noche, los ladrones prefirieron joyas, diamantes y dinero en efectivo a las obras de arte colgadas en las paredes.

Por último, en septiembre del mismo año, un hombre de 93 años también fue víctima de un robo en mitad de la noche. Esta vez, se llevaron cuadros firmados por Michaud, Fehringer y Budin, pintores del siglo XIX. El valor del robo se estimó entre 500.000 y un millón de euros.