Los remedios caseros para la tos avalados por la ciencia que no son miel: tres plantas y dos aceites

Un estudio reciente ha revelado el potencial que tienen algunos remedios naturales en el tratamiento de la tos aguda post-viral en niños. El trabajo liderado por Vitalia Murgia de la Universidad de Pavía (Italia) pone sobre la mesa algunas opciones para calmar este carraspeo sin tener que recurrir a medicamentos. Todos podríamos pensar que es la miel, pero esta vez nos equivocamos, son tres plantas y dos aceites esenciales.

La tos post-viral es una molestia habitual tras las infecciones respiratorias. Aunque suele desaparecer sola, afecta el día a día de los niños y preocupa a los padres. Muchos terminan comprando medicamentos de venta libre que, en realidad, no siempre son seguros ni eficaces para los más pequeños. Ahí es donde entran en juego los remedios naturales, que, según este estudio, pueden ser una alternativa prometedora.

Vitalia Murgia y su equipo han demostrado la capacidad de tres plantas para calmar la tos:

• Plantago lanceolata: conocida por sus propiedades antiinflamatorias, ayuda a calmar la garganta irritada. Sus mucílagos crean una especie de capa protectora que alivia la tos.
• Grindelia robusta: contiene saponinas, que funcionan como expectorantes, ayudando a eliminar el moco acumulado en las vías respiratorias. Además, sus resinas calman la inflamación de la garganta.
• Pelargonium sidoides: este extracto botánico no solo es antimicrobiano, sino que también refuerza las defensas naturales del cuerpo. Algunos estudios lo han relacionado con mejoras en casos de bronquitis y tos.

Y de dos aceites esenciales:

• Aceite de menta: gracias al mentol, tiene un efecto balsámico y desinflamatorio que alivia la irritación de la garganta y da una sensación de frescura inmediata.
• Aceite de eucalipto: conocido por su capacidad para descongestionar, este aceite ayuda a abrir las vías respiratorias y a calmar la tos. Se suele usar en inhalaciones para potenciar su efecto.

A diferencia de los medicamentos, estos productos actúan de manera más suave. Por ejemplo, los mucílagos en Plantago lanceolata y otras plantas recubren la garganta y reducen la irritación. Las saponinas de Grindelia robusta hacen que el moco sea menos pegajoso y más fácil de eliminar. Además, los polifenoles presentes en algunos extractos y aceites tienen propiedades antioxidantes y fortalecen el sistema inmunológico.

Uno de los hallazgos destacados por los autores es que la miel, debido a su composición compleja (que incluye azúcares, flavonoides y resinas), actúa en varios niveles para aliviar la tos. Según el artículo, no sólo endulza el paladar, sino que su textura viscosa recubre la garganta, disminuyendo los estímulos irritantes que provocan la urgencia de toser. Aun así, se recuerda que la miel no debe administrarse a niños menores de un año debido al riesgo de botulismo infantil.

Los productos híbridos, como aquellos que contienen mezclas de miel con plantas medicinales, muestran resultados prometedores en ensayos clínicos. Por ejemplo, un jarabe de este tipo mejoró significativamente los síntomas de la tos nocturna y diurna en comparación con tratamientos convencionales como la carbocisteína.